GEOPOLÍTICA SIN DILEMAS

Juan Carlos Mas C.

Dilema es escoger forzosamente entre buenos y malos, pero en geopolítica hay opciones que persiguen aislar al enemigo fundamental y debemos aprender de ellas porque el castigo por desconocerla es el fracaso de nuestros proyectos nacionales. Recientemente he conocido de la movilización de personas y opiniones exigiendo el juzgamiento de las acciones de personas y regímenes varios, esgrimiendo opciones que caracterizan, en forma rígida o estricta, a los que se consideran malos o buenos, respetables o aborrecibles.

En ese sentido, estimadas y respetadas personalidades de nuestro ámbito han pisado la cáscara de plátano y se han volcado en la denuncia de regímenes como el de Ortega en Nicaragua, o los de Cuba y Venezuela. Otro tanto lo hacen bisoños presidentes como el de Chile que piensan que sus opiniones deben expresarse en forma inmediata y excesiva como la espuma de una cerveza, en vez de esperar el sosegado ritmo de la madurez de una idea, como el buen vino de su país.

Nicolas Maquiavelo, diplomático y asesor de estadistas sentenciaba que “el enemigo de mi enemigo es mi amigo”. Es una frase cómoda y ordenadora en política internacional que debe ayudar a los puristas a encontrar su brújula en política, la cual no se conforma como dilema sino como un triángulo de opciones.

Veamos: quién, desde el tratado Mallarino Bidlack, ha sido enemigo de la acumulación política y social en esta formación conocida como Istmo de Panamá; quién intervino sangrientamente en la Tajada de Sandia; quién capturó a Prestan y lo entregó a sus ejecutores; quién atropelló a la población panameña durante la huelga inquinaría; quién presionó a Panamá para que cediera límites y fronteras en detrimento de sus intereses históricos; quién masacró a los estudiantes el 9 de Enero ¿quién y que, siempre? pues los Estados Unidos.

Ahora caractericemos los sucesos de la historia de Nicaragua: quién derrotó al ejército ocupante en la guerra de las Segovias, Sandino o sea Nicaragua; quién derrotó al Chief Station de los Estados Unidos en Centroamérica, Nicaragua; quién derrotó a los contras en repetidas ocasiones: Nicaragua fue. Entonces Nicaragua ha enfrentado con soltura a su enemigo estadounidense. Y si es enemigo de mi enemigo debemos considerar a su dirección estatal como amiga natural de los intereses de Panamá. Porque el enemigo de mis enemigos es mi amigo. Así será simple y sencillo asumir las opciones si no queremos confundirnos.

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