El Periódico, fundado hace 33 años atrás, expresa ahora, en un manifiesto al país, su posición frente a las circunstancia histórica que vivimos.
Negarse a aceptar que la nación zozobra en los oscuros escenarios de la incertidumbre, atrapada por las remoras estructurales del sistema, asentada en plataformas de corrupción crónica y prácticas políticas colindantes con la barbarie, sin soluciones a la vista, es señal de que la sociedad, toda ella, gobernantes y gobernados, padece de ceguera crónica o, simplemente, participa de un orden social de perversiones compartidas.
Sectores del país transitista, del agro, de la periferia marginal y de las áreas excluidas o comarcales están atrincherados en el Estado disfuncional, neoliberal, adoptado a partir de los años 80 del Vigésimo Siglo. Ese status se afianzó después de la invasión a Panamá de 1989, crece en forma sostenida, concentra casi toda la riqueza nacional en manos de una nueva plutocracia, las capas medias también sufren una sensible disminución, pero empobrece mucho más a marginados y excluidos, e institucionaliza la corrupción y el clientelismo.
Estamos en un año preelectoral que apunta a más de lo mismo. Una partidocracia decadente, espuria, cuyos regentes, en su gran mayoría, son incapaces de autocorregirse por vía de la autocrítica, adictos al “qué hay pa´ mí”, al “dónde está lo mío”, al “dando y recibiendo”, sin fijar su atención en los problemas centrales de la sociedad.
El periódico viene advirtiendo y advierte en forma sostenida que, fuerzas y sectores del poder político y económico, seducidos u obligados, llevan al país de vuelta a los días de la patria boba, demuelen algunos pilares de la soberanía e independencia Nacional. Es evidente que nuestra política exterior después de la invasión de 1989, la determina el Departamento de Estado de los Estados Unidos.
Desde hace muchos años, después de la reversión del Canal de Panamá, el país navega sin puerto seguro a la vista. Carente de una estrategia de desarrollo nacional clara, de consenso nacional, coherente y dinámico. A la plutocracia no le conviene ni le interesa darle a esa franja el mayor uso colectivo posible.
Causa pena observar a los gobiernos post invasión tolerar los desplantes y prepotencia de una empresa minera, que se cree que está por encima del Estado panameño.
El dominio de los clanes plutocráticos constituye el mayor obstáculo para emprender un camino de redención nacional, popular y democrático.
Como se puede observar, este escenario no augura asomo de recomponer la república. Es por esa razón que, El Periódico exhorta a los panameños a romper con este círculo vicioso de atraso, atracos y decadencia a la que someten a los ciudadanos de esta nación.
Urge recuperar a la decencia, desplazar a los delincuentes de los espacios políticos que han usurpado, de imponer transparencia a la gestión pública.
Exhortamos a los panameños, a todos sin excepción, incluyendo a los inscritos en partidos políticos, que se respeten a sí mismo, a su familia, a su comunidad. El individualismo no conduce a ninguna parte que no sea al despeñadero, estanca, ancla que lleva los a pueblos a envilecerse, a pervertirse, a vivir sin decoro y sin dignidad.
Los “casa sola”, los “primero soy yo” son enemigos de sí mismos. Están atados a cadenas que les impide vivir en libertad, son hordas amaestradas, cuyos actos no son críticos sino reflejos condicionados forjados por recurrentes campañas mediáticas.
El periódico, en tanto herramienta de reflexión ciudadana, exhorta a los panameños a salir del atolladero inmoral en el que están sometidos, a romper las cadenas que controlan sus conciencias, a rebelarse para recuperar el destino histórico de Panamá, como decía Simón Bolívar “creado por la providencia”.
Es llegada la hora de levantar la cerviz y volver a la lucha por construir un país diferente, de reales oportunidades para todos y no solo para unos cuantos panameños.
¡Qué la consigna de esta generación que se pone en pie sea, en esta coyuntura, recuperar la integridad personal y colectiva, la decencia, la dignidad, el decoro! ¡Recobrar el país! ¡Recuperar la Patria! ¡Recobrarnos como seres humanos!
Personas del colectivo El Periódico que suscriben este manifiesto a la Nación:
1. Rafael Ruiloba Caparroso | 8-161-1563 |
2. Adela Panezo Asprilla | 3-74-2316 |
3. Lizabeta de Rodríguez | 8-220-1913 |
4. Mallela Pérez Palomino | 7-70-2586 |
5. Carlos Ochoa Escudero | 8-403-695 |
6. Rafael Murgas Torrazza | 9-82-2063 |
7. Ramiro Guerra Morales | 4-101-2532 |
8. Roberto Bruneau | 3-46-339 |
9. Gonzalo Delgado Quintero | 7-109-421 |
10. Amanda E. Andrade | 8-157-2580 |
11. Victoriano Rodríguez | 4-100-217 |
12. Aida Torres | 8-265-21 |
13. José Dominador Jiménez | 9-63-481 |
14. Eduardo A. Reyes Vargas | 9-63-214 |
15. Julio Yao Villalaz | 2-42-718 |
16. Adolfo Garibaldi Fonseca | 3-66-2123 |
17. Rafael Antonio Moreno Saavedra | 7-39-477 |
18. Geraldine Emiliani | 3-68-643 |
19. Pedro Rivera | 8-92-145 |
20. Juan Jované | 3-46-269 |
21. José Dídimo Escobar Samaniego | 7-84-41 |