El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Corporaciones, transnacionales, se valen de la extorsión para doblegar la voluntad de gobiernos y violar nuestras soberanías. Buscan el control de territorios nacionales ricos en recursos naturales, caso First Quantum y para ellos, le dan forma de presencia colonial, donde ellos ejercen el control y desde allí, menoscaban la integridad de nuestros países. Esa modalidad nos recuerda a la United Brands Company (mamita yunai y la zona del canal). La letra y espíritu del contrato firmado con Quantum, su lógica apunta hacia un enclave, de recuerdos trágicos para la nación.
Al estado hondureño, una corporación estadounidense, amenazó con demandar por 11 mil millones, casi un tercio del Pib. En el caso de Panamá, la amenaza fue por el orden de 50 mil millones si no se firmaba un nuevo contrato leonino.
En el caso de Honduras, la Corte Suprema, resolvió la inviabilidad de las operaciones de esa corporación. Sin embargo, tal fue la presión al gobierno, que lo forzaron a cambiar los magistrados y ésta con ese movimiento cambiar su decisión. Mirémonos en ese espejo.
Esta realidad del hermano país, tiene todos los indicios necesarios, que apuntan hacia una oprobiosa relación de enclave, donde el país y los panameños pierden.
Ojo: Estas corporaciones suelen ser fachada, del estado estadounidense.
Lo dijo la jefa del comando Sur, General Laura Richardson, Latinoamérica, rica en minerales estratégicos para su economía, es su traspatio. Todo parece indicar que, la extorsión es la modalidad para doblar a gobiernos y convertirlos en amanuenses de esas perfidias que dan lugar a intervenciones y procesos dirigidos a relativizar, aún más nuestra soberanía e integridad territorial.
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