El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M.
El cerebro, no importa la edad, graba todo lo que esta alrededor, hasta lo más insignificante.
En los sueños, ves a personas que crees nunca haber visto.
Tendría unos cinco a seis años. Nunca he observado llover a torrenciales y sin parar.
Allá, en mi Puerto Armuelles, una gran nube oscura se apoderó del cielo. De repente comenzó a llover. Fueron 30 y más días; lluvia por el día y lluvia por las noches.
Esa temporada, fueron lo más felices. Un cuaderno de doscientas páginas, fueron convertidos en pequeños barquitos. Los veía alejarse rumbo a la bahía.
Supe días después que, en las fincas, hubo pérdida total de la producción de bananos.
Crecí pensando, que mis barquitos no sucumbieron. Seguramente surcan mares, alardeando de su constructor. Todo está en el archivo de mis memorias.
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