El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
2 de mayo de 2024
Por Jaime Flores Cedeño
Prof. de Filosofía e Historia
Abogado
La Universidad de Columbia en Nueva York inició las protestas que se han extendido a otros estados, sobresale la Universidad de California en los Ángeles (UCLA), que fue objeto la noche del miércoles 1 de mayo de 2024 de la intervención policial, produciéndose múltiples arrestos entre estudiantes y profesores. Ambos centros de enseñanza superiores experimentaron la dura represión policial que, a juicio ciudadanos, bien podrían emplearse esos esfuerzos y habilidades para combatir la criminalidad que se apodera de las calles de la Gran Manzana y la costa oeste del país.
Las protestas estudiantiles llegaron también a Europa, puntualmente a la prestigiosa universidad de la Sorbona en Francia, que levantó su voz a favor de la paz y en contra del genocidio. La Solidaridad hacia Palestina ha palpitado en todo el mundo y propiciado el rompimiento de Relaciones Diplomáticas con Israel, así lo anunció ayer el presidente de Colombia, Gustavo Petro en un pronunciamiento público. La crisis ha tenido repercusiones en la Corte Penal Internacional, que investiga a Netanyahu por crímenes de Guerra, ante denuncia presentada por Sudáfrica. América Latina no se ha quedado atrás demostrando su solidaridad, el 1 de marzo el gobierno de Nicaragua acusó formalmente a Alemania ante la Corte Internacional de Justicia, por venderle armas a Israel, violado así, la Convención de Ginebra.
En el caso específico de los estudiantes, es propio observar, que siempre se han guiado por su espíritu y naturaleza juvenil, que los lleva a rechazar injusticias y acontecimientos atroces como los que experimenta el pueblo palestino en la franja de Gaza y Cisjordania. Recordemos que en Panamá los estudiantes escribieron páginas de gloria y heroísmo a favor de la Soberanía en el siglo XX y en la actual centuria han salido a defender los recursos naturales y minerales, ejemplo fue la lucha librada en los meses de noviembre y diciembre contra la minera First Quantum y sus intentos de permanecer en nuestro país con sus amplias ganancias.
En las protestas ha quedado claro que se debe diferenciar entre judaísmo y sionismo, el primero constituye una religión milenaria que goza de todo el respeto, incluso, hemos escuchado a rabinos apoyar la creación del Estado Palestino. El segundo, es la manifestación de una política colonial de exclusión que conlleva apoderarse de todo el territorio circunscrito geográficamente a los palestinos antes de la segunda Guerra Mundial y a la edificación del Estado de Israel.
En los hechos, debemos ponderar el accionar de los medios de comunicación alternativos y redes sociales, que han roto el monopolio de las grandes cadenas de televisión de los USA, que, a pesar de su inclinación hacia Israel, no han podido establecer una hegemonía en la información que oculte el drama que viven miles de ciudadanos palestinos a esta hora.
Esto lo ha expresado la ONU en múltiples ocasiones, el 2 de abril de 2024, en su página oficial se dice que: “Más de la mitad de la población de Gaza está al borde de la hambruna y toda la población sufre inseguridad alimentaria y desnutrición agudas.
Más de un millón de personas carecen de hogar y el 75% de la población está desplazada. Los efectos acumulativos catastróficos en la salud física y mental han afectado con mayor dureza a las mujeres, los niños, los ancianos y las personas con discapacidad, y se prevé que los más pequeños se enfrenten a consecuencias de por vida en su desarrollo.
Con el 84% de las instalaciones sanitarias dañadas o destruidas, y la falta de electricidad y agua para el funcionamiento de las instalaciones restantes, la población tiene un acceso mínimo a la atención sanitaria, los medicamentos o los tratamientos que salvan vidas.
El sistema de agua y saneamiento está prácticamente colapsado, con menos del 5% de su producción anterior, y la población depende de raciones limitadas de agua para sobrevivir. El sistema educativo se ha colapsado, con el 100% de los niños sin escolarizar”.
A la vista del mundo ha quedado en evidencia los impedimentos que ha puesto Israel para que llegue la ayuda humanitaria a Gaza, inclusive han muerto voluntarios, ejemplo fueron los trabajadores de “Word Central Kitchen”, que parecen haber quedado en el olvido.
La situación se agrava en el momento actual ante las amenazas del Gabinete de Guerra de Israel, dirigido por Netanyahu de invadir la ciudad de Rafa fronteriza con Egipto. Se calcula que pueden haber más de un millón de refugiados civiles, lo que agudizaría más el conflicto y generaría cientos de miles de muertos. El mandatario de Israel ha manifestado que su ejército entrará a Rafa, sin importar, que pueda concretarse un acuerdo con Hamas, cuyo mediador ha sido Egipto, para poner fin a las hostilidades. Mientras tanto, la población de Israel exige en las calles la vuelta a la paz y amenazan con cambiar el gobierno que quiere llevar la guerra hasta las últimas consecuencias.
Las protestas de los universitarios tienen que ver directamente con todos estos acontecimientos descritos, sumado al reciente veto por parte de los USA en el Consejo de Seguridad, que proponía la creación del Estado Palestino y que Israel se ha opuesto con sus aliados por décadas.
Los estudiantes universitarios de los USA, sin importar las persecuciones, arrestos y amenazas, de forma digna y valiente le han expresado a Biden y al Congreso, que cese el apoyo económico- militar a Israel, como el que se aprobó en fecha reciente, que solo creara más luto, sufrimiento y dolor en Palestina.
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