15 años de una pérfida negligencia

15 años, tres gobiernos responsables del grave problema de la Caja de seguro social y en especial lo pertinente al programa IVM.

Por Ramiro Guerra M.  

Una crisis que se sabía que venía. Lo del programa del IVM, era previsible.  Y que hicieron los dos gobiernos que precedieron al actual, nada. Prefirieron ocultar la realidad en una insana y perversa práctica de una negligencia impresionante y cruel y dejaron de llevar al día los números y cifras que se requerían para los informes actuariales pertinentes.

Y el actual siguió esos mismos pasos. Me pregunto, ¿Acaso se trató o se ha obrado con cálculo y alevosía? Llevar la situación al punto en que nos encontramos hoy, es decir, colocar al borde de un colapso a la institución de los trabajadores que garantiza la paz social del país. Un evento como el mencionado correrá por cuenta de los gobiernos. Muy a pesar, que justo es decirlo, el movimiento sindical, siempre estuvo claro que la situación del programa IVM, tendía a empeorar. 15 años trillando en la necesidad del diálogo.  La situación ahora es más complicada. Un gobierno que no se alejado de las políticas neoliberales y más grave aún, sujeto a las Ifis.  Lo reitero, la política de transferir recursos para ayudar, la desaprueban organismos como el FMI y el BANCO MUNDIAL.

Ahora la pelota está en la Asamblea Nacional.  Su presidente se ha comprometido avanzar en el debate del proyecto de ley que presentó el CONATO.

Preocupa el silencio del Ejecutivo y por otro lado la oposición de los gremios empresariales que no dudan en tomar posiciones y disponer del destino de esta vital institución, como si fueran los dueños de algo que le pertenece a los trabajadores. La pregunta, ¿tendrá la Asamblea Nacional, el poder y la voluntad de llevar este debate hasta sus últimas consecuencias?  Lo cierto que, factores de poder coamigados, nacionales e internacionales, juegan a hacer abortar la propuesta de los trabajadores.

En hora buena parece que, el movimiento sindical lo intuye y por ello trabaja en la estrategia de generar conciencia para la acción de masas. No queda de otra. En este escenario, la ingenuidad es peligrosa. Sacar ventajas de las contradicciones que se dan en el plano de los factores de poder institucional, es válido, pero no perder de vista que, el movimiento sindical, su real fuerza, sus bases y la alianza con otros sectores sociales y populares que levantan la solidaridad. No hay de otra.

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