El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra y José Dídimo Escobar Samaniego
Sería un acto de supremo irrespeto, desprecio y aversión al pueblo, aprobar en sesiones extraordinarias y a tambor batiente el contrato ley relativo a la explotación y usufructo de recursos naturales como el cobre, oro, plata, molibdeno y otros, suscrito por el Estado y minera cobre Panamá. Cierto que la constitución señala que la asamblea de diputados solo puede aprobar o improbar el proyecto contrato Ley que le envíe el Ejecutivo. Sin embargo, el país tiene todo el derecho conforme a Ley, de conocer todas las interioridades de ese contrato ley.Sustraer al pueblo del debate profundo sobre este Contrato Ley, es escamotearle al pueblo panameño, un derecho constitucional y legal intrínseco e infringirle una estocada a la democracia panameña y por tanto actuar arbitrariamente, como no se debe hacer en democracia y todo ello vicia de legitimidad la relación contractual que se pretende.
Con quien estamos contratando. Una pregunta que está en el ambiente, ¿es cierto o no, que hay empresas subsidiarias de empresas estatales de Corea, China y Singapur que, poseen un importante paquete de acciones en Minera Cobre Panamá. Si fuese cierto, se produce una clara violación a la Constitución Nacional, el artículo 290.
Esa empresa tiene muchas cosas que aclararle al país. Lo menos que se espera de los diputados, es que no se dejen seducir por ofertas indecorosas como suelen hacerlo empresas de esta calaña que venden una imagen de generosidad, pero se abstienen deliberadamente de cumplir con la Ley nacional y los principios éticos universales más elementales, toda vez que siguen explotando y sustrayendo más de 10 millones de dólares diarios, sin que exista para ello, ningún fundamento de derecho que lo ampare.
El país ha vivido experiencias amargas cuando de este tipo de contrato ley se trata. Recordamos no obstante que, cuando Omar Torrijos suscribió Los Tratados del Canal, el 7 de septiembre de 1977, acto seguido, abrió las puertas del país para que, todos sus hijos regresaran y participaran del debate nacional, para tal efecto y se abrieron a las fuerzas opositoras todos los medios audiovisuales de Estados para que no hubiera ninguna cortapisa en el ejercicio de la libre opinión, porque por encima de todos, aún del gobierno, está el país que es de todos.
5 Hay varios Likes:) Gracias...Alerta Panamá es nuestro cobre y oro. Se trata de nuestro patrimonio que le pertenece a las actuales y futuras generaciones.
