El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
Es necesario que la población esté preparada -en cualquier momento y lugar- para ver desmejorada cada vez más los servicios de salud. Este gobierno pudiera continuar dándonos sorpresas desagradables, bajo la concepción de apoyarnos, pero a la inversa.
Se escuchó del posible cierre total de la atención pública, como se realiza en la actualidad, del Hospital Susana Jones Cano, de Villa Lucre. Se rumora que es el cierre es en diciembre, pero pudieran alargar la acción en verano, para tomarnos por sorpresa antes de las elecciones nacionales. Con la alegoría de las gorras y suéteres pudieran madrugarnos. Limitarían la voz de los seres pensantes, con las propagandas partidistas, con más mentiras.
Según la información extraoficial, una vez cierren el hospital al público, iniciarán la remodelación de las instalaciones. Atenderían solamente a paciente de hemodiálisis. Imposible que nos opongamos a que los pacientes de hemodiálisis tengan una instalación exclusiva para ellos, la cual puede ser ventajosa en Metro 2 (Policlínica de San Cristóbal), Metro 1 (La Gran Estación), inclusive la ULAP del Hipódromo. Todos relativamente cerca del Hospital Susana Jones, por cualquier urgencia. Ahora, ¿Cuál sería la intención del doctor Enrique Lao Cortés de limitar el uso del Hospital Susana Jones Cano o cerrarlo al público que es atendido con otras dolencias?
No obstante lo anterior, se le recuerda al doctor Enrique Lao Cortés, que la tendencia moderna es ubicar los servicios de hemodiálisis fuera de los hospitales. En instalaciones de fácil acceso, donde no se exponga a los pacientes renales a graves infecciones hospitalarias.
De confirmarse lo extraoficialmente conocido, implica que la población actualmente beneficiada -que puede ser aproximadamente medio millón de personas- residentes en el área cubierta para atención del Hospital Susana Jones Cano, quedaría desprovista de atención médica inmediata, sea por: citas, laboratorios, equipos de radiología, operaciones, hospitalización y hasta servicios de urgencia.
Recordemos que no hubo servicios de urgencia por casi cuatro años y se reaperturó a finales de 2022, producto de exigencias de la población, de una comunidad unida que luchó y exigió abrir el servicio de urgencias las 24 horas.
Sería algo macabro, indolente y absurdo si cerraran el Hospital Susana Jones Cano. Solo de mentes enfermizas el pretender sembrar un caos, por lo que debemos estar alerta. Existen axiomas relevantes, una de ellas es que “si algo está funcionando bien, porque desmejorarlo”.
Como la información del cierre del Susana Jones Cano no está confirmada, es necesario que el director de la Caja de Seguro Social, doctor Enrique Lao Cortés, confirme o desmienta públicamente la misma, pero que no tome de sorpresa a la población. Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista y patriota.
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