POR RAMIRO GUERRA. ABOGADO Y CIENTISTA POLÍTICO.
Gobierno yerra, al poner en movimiento la fuerza bruta o policiaca contra el movimiento social, precisamente en momento que se daban cita los integrantes de la mesa única. Con justa razón al monseñor Ulloa, le incomodó la represión. Pudo haber dado al traste con el diálogo. El gobierno pudo haber esperado y no calculó el riesgo que implicaba para el diálogo, la represión. La apertura de las calles seguramente hubiera sido objeto del diálogo. (todavía es posible)Ahora el presidente de la cámara de comercio, anuncia un paro empresarial militante para exigir al gobierno la apertura de las carreteras. Una forma de obligar a sus trabajadores, a enfrentar las acciones de las alianzas populares. Una forma de aupar el enfrentamiento de pueblo contra pueblo. La iglesia católica tiene el deber de no permitir el sabotaje del diálogo. En todos lados se cuecen habas, hasta en el gobierno. Ya es hora de que este último deje de ceder en exceso a las presiones de sectores privados, que alientan como recurso único la represión.
La coyuntura ha dejado en evidencia, que el gobierno no contaba con un equipo político para manejar la crisis. Jugaron a libretos de la conspiración y agenda oculta. Con mucho tiempo se le advirtió que se le venía encima una tempestad social.
Ahora sectores económicos se les cae la máscara. Atacan virulentamente contra el gobierno, por la política de congelamiento de precios.
¿Quiénes conspiran contra el gobierno?
No es el pueblo. Son empresarios, sectores que especulan con los alimentos, las medicinas y establecen política de precios abusivos. Ahora se montan en la cresta de la ola de indignación popular, para presionar al gobierno, para que asuma políticas de choque y preservación de un modelo económico del cual se sirven y con ello multiplican sus ganancias. El gobierno no ve esta realidad y cae en su trampa, aislándose más del pueblo.
17 Hay varios Likes:) Gracias...