Por : Ramiro Guerra.
Jurista, Escritor Y Cientista Político.
Petro y la Paz.
Hablemos claro, en la historia de la política latinoamericana, la izquierda no ha dado golpe de estado (gobierno); los que siempre han recurrido a ese tipo de salidas excepcionales, han sido los militares instrumentalizados por la clase oligárquica. Nuestra región da cuenta de la existencia de oligarquías, que no respetan reglas algunas de la vida política en democracia. Se trata de realidades histórica en nuestra región, que han contado con la tutoría de los Estados Unidos.
El binomio oligarquía- imperialismo, como responsable de sumergir a nuestros países, en caricaturas de democracias y gobiernos a sus designios y servicios.
Recién, intentaron evitar que el vencedor en las elecciones en Guatemala, ascendiera a la presidencia y también han montado una campaña de ataque contra la presidenta Xiomara Castro, una mujer progresista de Honduras. Hace algunos años, esa misma oligarquía con el apoyo USA, derrocaron al presidente Zelaya. En Bolivia ocurrió lo mismo, cuando derrocaron con otro golpe de Estado de la misma factura, al presidente Evo Morales.
Bien lo dijo el libertador Simón Bolívar, que los Estados Unidos, estaba predestinado, a sembrar desasosiego y desgracia a las colonias, que se habían independizado. Ha así ha sido durante la historia latinoamericana hasta ahora.
Los tiempos cambian. Hoy ese binomio oligarquía- imperio, no recurre a los golpes tradicionales (no descartable) sino, a los denominados golpes blandos. Servirse de la institucionalidad en complicidad con el poder mediático, defenestrar gobiernos.
Los Estados Unidos, no cree en la democracia ni en elecciones, a menos que sus lacayos y súbditos salgan vencedores.
Ejemplos que vienen como anillo al dedo, desde que Gustavo Petro, la campaña para derrocarlo, han sido permanente. La oligarquía colombiana, nunca se imaginó perder las elecciones. En los últimos días la derecha y extrema derecha, vienen abanicando un golpe blando contra el presidente. Esa oligarquía, también juega a involucrar a las fuerzas armadas, en semejante barbaridad. Ha sido una constante.
Igual viene ocurriendo en Venezuela. En reiteradas ocasiones intentaron destronar, primero al comandante Chávez y ahora enfilan contra el presidente Nicolás Maduro.
La victoria en México de Claudia Sheinbaum Pardo, también ha generado hilaridad en el binomio arriba citado.
La derecha y extrema de derecha, no soporta estar fuera del poder . Creen que están destinados a gobernar por alguna divinidad superior.
Correcto señalar, que la democracia en la mayoría de nuestro países, son simulacros de democracia. No está diseñada para que el pueblo acceda a resortes reales de poder.