Por: Ramiro Guerra M.
Abogado, Escritor Y Cientista Político.
Escuché la entrevista que el periodista Atenógenes Rodríguez, de canal 13. (telemetro) le hizo al presidente del país. Pésima entrevista. Falta de profesionalismo. Intentó colarle un gol al presidente, cuando le pregunto sobre la relación de dos organizaciones criminales relacionadas con el gobierno de Venezuela. El presidente fue enfático, eso lo dice usted. Lo que si afirmo que esas organizacionales ya están en Panamá.
En varias ocasiones, que parte del problema de la falta de formación crítica del panameño, esta conectado con una programación que tiene mucho de liturgia post modernista, para enfatizar en lo trivial y estableciendo cortinas para evitar el conocimiento a fondo de los problemas que afectan al pueblo y a la nación.
Estas empresas televisoras, han hecho un buen negocio de pautar con el gobierno y los sectores dominantes. Se entiende ya que los dueños de esas empresas, hacen parte del bloque dominante del país.
Hacen de todo, para deslegitimar al movimiento popular y a sus dirigentes.
A propósito de la coyuntura del seguro social, se ha filtrado la información que está en marcha una feroz campaña negativa contra trabajadores, organizaciones sindicales, educadores y sus organizaciones, profesionales de la medicinas y enfermeras. El objetivo de esta campaña, será desmeritar y deslegitimar a todo este conglomerado, de tal suerte que le permita pasar su proyecto de imponer el sistema de capitalización individual y privatización.
En la entrevista citada arriba, el señor presidente dejó la impresión que la salida al programa de IVM, no pasa por la solidaridad (reparto definido).
Lo anterior es lamentable, cuando en el conversatorio en la presidencia, casi todo el espectro social democrático, ha suscrito la propuesta solidaria, vista la experiencia de un fracaso rotundo de la capitalización en muchos países donde se vendió como la panacea.
Por lo anterior, pensar en nadar contra la corriente, en el sentido de irse contra el pueblo y los sectores populares y profesionales, que abogan por la solidaridad, es jugar a la antidemocracia. Y sobre todo trabajar en dirección a favorecer al poder económico y exponer al país irresponsablemente a una encrucijada de violencia.
El pueblo, los sectores populares y democráticos, constituyen un músculo y tienen el poder para derrotar la propuesta reaccionaria de las denominadas cuentas individuales.
DIOS BENDIGA LA PATRIA.
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