Por: Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político.
La coyuntura de lucha por la vida, rebaja del combustible, reducción y congelamiento de precios de alimentos y medicinas, desnuda el rostro de sectores poderosos de la patronal.
Sale a relucir el rostro de la mezquindad, nada de sentido de solidaridad con el pueblo. Su negocio; ganar y ganar. Esa es su filosofía e ideología. Ahora se unen en una alianza o frente por Panamá. Usan como eje de sus variados objetivos, los tranques y cierres.
Cuando (los cierres) lo hicieron los empresarios que son dueños de camiones, algunos con flotas, no dijeron nada. No tratamos de justificar tales acciones, sino que ahora vienen contra la lucha por mejorar la situación de los panameños, montados en el caballo del argumento de los tranques.
Ese es un señuelo para manipular y desvirtuar la legitimidad de la lucha por mejorar las condiciones de vida de los panameños. Usan el argumento del anticomunismo; que estamos caminando hacia algo parecido a Nicaragua y Venezuela. Lejos de la realidad.
Lo escribí, se iban a unir para enfrentar al movimiento social popular. Ahora atacan al gobierno y los veremos realizando acciones de presión contra los consensos que se logren en el diálogo que se ha venido realizando en Coclé. Tratan de deslegitimarlo, según ellos, por no estar representados en ese escenario.
«Así paga el diablo a quien bien le ha servido». Ahora resulta que el gobierno es responsable y hay que facturarle los costos de esta crisis que tiene su origen en el modelo de economía que los hace más ricos. Nadie ha planteado la ruta hacia un cambio del sistema capitalista. Eso es manipulación ideológica.
Dicen defender a los productores, pero, nada dicen del abandono de ese sector. Casi nada dicen de sus grandes ganancias, han sido reacios a que se transfieran recursos hacia esos sectores. Siempre juegan a convertir al país en un gran supermercado de bienes importados. Nunca les ha importado el sector primario de la economía.
Van a poner su maquinaria mediática (los medios de comunicación social) para vender el argumento de que la democracia y la libertad están amenazadas. El caballo de troya de su ofensiva, los tranques.
Sacarán el viejo guion que, detrás de la lucha del pueblo, hay intereses ocultos y otras ‘hiervas’. Nunca admiten y no lo van a hacer que, ellos, la oligarquía, cuando se hacen del control del estado, llevan al país a crisis. Por naturaleza, no son democráticos y menos humanamente solidarios. Ellos fueron los responsables del golpe de 1968.
Como lo escribí, hay que conjurar cualquier salida que signifique choque frontal contra el pueblo y las organizaciones populares y democráticas.
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