Por: Abel D. Comrie Ortega
La comisión de comercio de la Asamblea Nacional, se ha sacado del sombrero un conejo fétido, consistente en una resolución por la cual suspenden la discusión del proyecto de ley minera e instando al ejecutivo a que lo retire para que lo revise. Esta jugada, fue la alternativa que se han buscado para no tener que cumplir con el mandato constitucional de aprobar o rechazar el proyecto.
Ante el empuje ciudadano y popular en contra del proyecto, no tuvieron las agallas para aprobarlo. El costo político en un período electoral es impagable para los de gobierno y sus acólitos. Añadan, además, que ya sectores más beligerantes del movimiento popular como el indígena, habían anunciado movilizaciones y bloqueos masivos en contra del nefasto asunto; esto último habría caldeado las calles a niveles insospechados, si añadimos las denuncias por supuesta violación de una menor, en momentos que ésta se encontraba bajo custodia del MEDUCA y dentro del marco de un evento de la propia Asamblea Nacional.
Nótese que la votación que dio lugar a la suspensión, se dio con un resultado de 5-4. Para que esta suspensión fuera viable, la votación debió ser calificada, conforme así lo señalan las normas, es decir, con un voto mínimo favorable de 6 votos.
Es así, que el gobierno vuelve a maniobrar y forzar las cosas, para no hacer aguas en un kilombo, en donde se entrelazan distintos intereses económicos locales, mismos intereses que habiendo vendido su alma a la minera en Alta Traición, hoy ven comprometido su sueño dorado, habiendo ya probado del fruto prohibido.
Lo que han hecho los parlamentarios de gobierno en la comisión, ha sido darle una “salida elegante” al gobierno, para que éste no tuviese que de motus propio retirar el proyecto de ley. Finalmente, señalaremos también, que existe la certeza de que los 42 de la cueva comprometidos con este asunto y ante la fuerza de la oposición al proyecto, han cambiado las reglas del “asunto” forzando una pausa para recomponer recompensas.