Honrar, honra

Nunca hubo -y no creo habrá- una celebración del día de nuestra independencia de España con la alegría de este año 2023. La he celebrado con infinito alborozo al darse el mismo día el fallo unánime, de la Corte Suprema de Justicia, de inconstitucionalidad de la Ley 406 hecha por la Asamblea de Diputados y sancionada en su momento por el presidente de la República. Un triunfo del pueblo sobre la cleptocracia panameña, de la cual tanto he escrito.

Mucha agua corrió bajo el puente durante las últimas semanas. Momentos de angustia general que no necesito recordar aquí. Sin embargo, como dijo El Apóstol José Martí, “honrar, honra”, hago público mi reconocimiento a los 9 magistrados de la CSJ por la decisión tomada con base en la Constitución Nacional y los intereses de la Nación panameña, fallando la inconstitucionalidad de la ahora fenecida Ley 406.

Lo hago, además, en consonancia con lo que dejo dicho y escrito en mi libro El arte de envejecer: < ¿Y ¿qué hay de la amistad, la lealtad y el agradecimiento? Son parecidos, pero no lo mismo. ¿Cuándo es uno y no lo otro? Definirlos no basta para saberlo. Hay que enfrentar situaciones vivenciales y tener que decidir. Vivir circunstancias del amplio espectro de la vida cotidiana, familiar. Dilemas entre lealtad y agradecimiento. Encrucijada moral de muchos jueces y magistrados. Lealtad a los principios, agradecimiento a los favores (…) Al final cuestión de imperativos categóricos que asumirán la paternidad de penas y alegrías. Lealtad y agradecimiento van tomados de la mano desde la infancia y en el andar de años galvanizan el carácter. Seremos hombres de valía o canallas.>

Creo que los nueve magistrados no solo empeñaron toda su sapiencia en la trascendental tarea encomendada a ellos, sino que también lidiaron con su ser interior ético-moral para finalmente tomar la decisión que tomaron. Fueron leales a los principios, aunque guarden agradecimiento por quien los designó magistrados. Sea.