Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
Concepto de sociedad líquida, en la narrativa de Zygmunt Bauman, que nos conduce a entender contradictoriamente el estado de la atomización en que hoy se encuentran nuestras sociedades. Una disgregación de lo colectivo, lo solidario, centrando la vida y la existencia en una individualidad marcada por el síndrome donde reina el pesimismo y las pocas ganas de elevar al individuo a constituirse en un ser comunicante y proactivo.Es la típica sociedad disgregada, fragmentada y molecularidad. La sociedad integrada por burbujas, sin referentes o referencia, al nosotros y vosotros. Atrapada en un individualismo trágico.
Escribe Bauman, el mundo de hoy se caracteriza por ser fluido y volátil y la velocidad de los cambios ha creado más incertidumbres que certezas, generando ruptura en las relaciones y vínculos humanos. Mucho de la acentuación de esa ruptura, naturalmente inherente al neoliberalismo que elevó a un reinado, la ideología individualista y del pensamiento único; no hay más opciones y salidas a esta fragmentación, que no sea la del liberalismo y sus neo enfoques.
Lo trágico y terrible de esta realidad es que trasciende al estado y todo su entramado institucional. Esto de la sociedad líquida plantea enormes desafíos; como sacar al hombre de esa estrechez del individualismo, que lo mantiene rehén del status quo y lejos de conceptos, como el de la solidaridad, colectividad y bien común.
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