La flagrante violación del Derecho a la información

Editorial

Una semana atrás, todos los Medios atestaban el Centro Misionero de Penonomé, lugar donde se sigue el diálogo de la mesa única para poder cerrar un acuerdo con el gobierno por parte de los movimientos sociales y populares y resolver la actual crisis.

Pero desde ayer, como parte de un acuerdo para complacer solicitud de los sectores económicos poderosos, responsables de todas las distorsiones que nos han llevado a los lodos actuales, se desmanteló el servicio de televisión oficial y la presencia de otros medios, y se le impide al país, tener acceso a la información de lo que se debate in situ, violentando con ello el derecho humano a la información de todos los panameños.

Esta acción que pretende aislar al país de lo que allí ocurre, corre en el trillo de la supresión del derecho del pueblo a estar informado y a que todos conozcamos los diferentes argumentos que deben llevarnos a una solución de la actual crisis.

Intentar esconder, ocultar y encubrirle al pueblo lo que allí ocurre, es negarle al soberano un derecho intrínseco que, ni siquiera el gobierno tiene autoridad alguna para poder suprimirlo, al menos que sea declarado una suspensión de la propia Constitución.

El gobierno panameño, no le pertenece a un solo sector, aunque sea el tenedor de los medios de producción. La actual administración debe saber que, este país es de todos y para todos y no de unos cuantos, por muy arrogantes y soberbios que sean.

Ojalá sea restablecido el servicio de publicidad de los hechos que ocurren en Penonomé, que son de la mayor importancia e incumbencia de todos los panameños.

Se incomodan por señalamientos que hacen los voceros del pueblo. La libertad de expresión, siempre y cuando no afecte sus intereses.  ¿Qué le parece pueblo panameño?

¡Así de sencilla es la cosa!

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