El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
A calificativos incriminatorios, fuera de lugar, despectivos, intolerantes, equívocos e indignantes, procediendo, del licenciado José Raúl Mulino, quien ocupa, equivocadamente, el Solio Presidencial, es necesario hacer algunas aclaraciones.
Los estudiantes de la Universidad de Panamá, históricamente, salimos a la calle y ningún gobierno había sido tan soberbio, agresivo e irrespetuoso.
Expresa el licenciado Mulino que la Universidad de Panamá se ha transformado en una “guarida”. Es propicio para que todos y cada uno de los profesionales egresados de esa insuperable casa de estudios y los actuales estudiantes levanten su voz y le aclaren al Licenciado Mulino su voz de protesta y le expliquen qué es una “guarida”.
Guarida es: «Cueva o espesura donde se guarecen los animales.» Al parecer, su léxico despectivo, hacia nuestra Primera Casa de Estudios Superiores permite suponer su razón de ser como profesional y político.
Puede ser también el concepto exiguo de quien maneja, bastante mal, la política panameña, la economía y entrega del País. Acaso el término «animales»: ¿sería su expresión o exaltación para referirse a sus votantes o seguidores? Mismos que hoy, ya muchos, están arrepentidos de haber dado ese voto.
La Universidad de Panamá ha sido, desde 1968, con la siembra de escuelas y apertura democrática de la educación, impulsada por Omar Torrijos Herrera, el amparo o refugio para librarse del peligro de la ignorancia a la cual lo quiere llevar la elite de poder, que quiere volver a apropiarse del País, como antes de 1968.
Situación vulnerable y catastrófica en que se encontraba la población, sin poder generalmente ingresar a la Universidad de Panamá, la cual era elitista. Al Hijo de Juana le ponían tantos peros para ingresar que lo hacían casi imposible.
Hay un dolor insaciable de quienes no soportan que un pobre logre una educación profesional. Ese odio crece en espiral. Porque ellos amasan fortuna por el atraco al trabajador o los niveles de corrupción que almacenan en sus cuentas bancarias, pero les es más difícil cuando ya somos profesionales.
Es un irrespeto a la población, principalmente a quienes nos hemos hecho profesionales a través de la Universidad de Panamá. Lo hemos hecho a mucha honra, sin que nuestros padres mantuvieran altos cargos en gobierno o usarán recursos del Estado para enviarnos a estudiar fuera del País.
La Universidad de Panamá nunca fue, no es ni será una «guarida de animales y mucho menos de maleantes». La Universidad de Panamá es donde deben haber estudiados los diplomáticos del actual gobierno, y a saber si hubieran aprobado materias.
Tenga presente licenciado Mulino que está utilizando a la policía como escudo o caballos de Troya, para intimidad a la población y a los dirigentes gremiales. Quizás acciones parecidas para doblegar a jueces y fiscales, pero ellos en su corazón saben que Panamá es más que una voz desconcertada, arrogante, irrespetuosa y desafiante, sólo por el aparente respaldo policial que hoy tiene. Reflexione licenciado Mulino. Dios te salve, Panamá.
Economista, educador, humanista.
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