Gobierno se arrodilla ante EU

Lizabeta de Rodríguez

A casi diez meses de haber tomado posesión, el Licenciado José Raúl Mulino, a quien se le define como el delfín del expresidente Ricardo Martinelli, actualmente refugiado en la embajada de Nicaragua en Panamá, evadiendo a la justicia panameña, para no enfrentar la sentencia de lavado de activos ratificada por la Corte Suprema de Justicia (CSJ) en el Caso New Business, y en busca de una amnistía no merecida; el presidente Mulino profundiza su arrogancia, actitud prepotente y ofensiva hacia la comunidad.

Actitud errónea que mantiene para con la población, mientras por el contrario muestra actitud sumisa frente al gobierno de Estados Unidos (EU), con quienes mantiene la firma de una presunta Carta de Entendimiento, bajo el pretexto de realizar acciones conjuntas para defensa del Canal de Panamá. Se dice presunta, porque la Constitución Política de panamá, no le abroga esa potestad

Panorama nada alentador, ya que, bajo este subterfugio de aceptación, se permite la intromisión de un país extranjero (EU) en nuestro territorio, subordinando la soberanía nacional, artículo 290, constitucional.

Argumento infundado, toda vez que, el artículo V del Tratado de Neutralidad firmado en 1977, posterior al Tratado Torrijos Carter, garantiza la protección del Canal de Panamá, al respetar el derecho de tránsito de todas las naves, que atraviesen dicho canal, indistintamente la bandera del país que representen, ni la situación política o bélica existente e indica que “… sólo la Republica de Panamá manejará el Canal y mantendrá fuerzas militares, sitios de defensa e instalaciones militares dentro de su territorio nacional.”

La opinión pública, observa, analiza, está clara y percibe a todas luces que se oculta a la Nación la verdadera trama que se cierne tras la presunta firma de esta carta de entendimiento con EU, donde sumisamente el gobierno se ha arrodillado a los deseos insanos del presidente Trump de infiltrar sus fuerzas militares en el territorio nacional, con el propósito de empoderar su presencia en nuestro país y enviar un mensaje ilusorio y equivoco al mundo de que retomará el Canal de Panamá.

Lo cierto es que, ya es tiempo de que el licenciado Mulino deje de lado su discurso dictatorial y de bravuconadas hacia los nacionales e inicie el trabajo para el cual está designado, comenzando por defender los intereses nacionales y asumir una actitud de respeto hacia sus conciudadanos.

Economista, educadora.

 

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