La Refinería Panamá y oportunidades para refinar petróleo.|  

Por: Ramiro Guerra M.  Abogado y Cientista Político. 

Hoy dialogaba, con quien fuera el último secretario general del sindicato de refinería Panamá, que quedaba en Colón. Con mucha nostalgia, me decía, esta empresa no debió desaparecer; se articularon muchos intereses para hacerle la vida imposible. Desde esa empresa salía el petróleo para abastecer los barcos que cruzaban el Canal y parte del mercado interno. Era un problema, para intereses importadores de productos derivados de esa actividad y desde los Estados Unidos, urdieron su desaparición. El gobierno de la época, fue cómplice de tal trama. Hoy estamos pagando un costo muy alto.

Cuando el presidente Hugo Chávez, ofreció petróleo para que fuera refinado en nuestro país, la idea fue matada en su cuna; el presidente Chávez, lo hacía con la condición de que fuera una empresa estatal, no del sector privado y para lucrar. Para tal efecto envió a Alí Rodríguez Araque quien había sido presidente de PDVSA y en ese momento ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela quien estuvo un par de días en Panamá y reunido para ese propósito en la isla Contadora.  Pero en esa ocasión el interés pecuniario privado le puso fin a la iniciativa del presidente.

¿Quienes conspiraron para evitar la iniciativa Chávez?  En el pasado ocurrió algo parecido. El gobierno de Méjico, cuyo presidente era Miguel de la Madrid, muy amigo de Panamá con otro gobierno de la región, hicieron una propuesta parecida. Guatemala se sostuvo en ese entonces que, su país, era el adecuado para instalar una refinería. Muy a pesar de que Panamá tenía muchas más ventajas comparativas. Faltó hacer más lobby. La refinería vendía calidad y no ese combustible malo, con ingredientes de azufre, que las distribuidoras importan; además de cara, siguió diciéndome el exdirigente sindical.  Ganan estos empresarios y el gobierno. El pueblo paga la factura.

Me decía un amigo economista, nada impide que el Estado, recupere para sí, las acciones y la administración de las empresas distribuidoras de energía. Se ha descuidado la producción alternativa con relación al petróleo. Ha faltado carácter y voluntad política. Planes estratégicos en materia tenemos, pero fuertes intereses que se articulan a la importación, dificultan su concreción. Hoy, nos exponemos a una debilidad estratégica en materia de nuestros intereses nacionales y soberanía energética y añoramos como el destacado líder sindical, la posibilidad de poder volver a tener en nuestra tierra una refinería de petróleo, porque todo nuestro consumo nacional y el servicio a los barcos que transitan por el Canal, lo importamos desde USA, quienes tienen a Panamá como un lucrativo negocio y nada más.

Como podemos ver, lo de la existencia de un bloque de poder económico, que dificulta el desarrollo de Panamá, no es un invento o fantasma. Existen y, gobiernos sucesivos se han prestado para servir a estos grupos. Igual ha ocurrido en el campo de la producción agropecuaria y de esos sectores que ven al país sólo como oportunidad para hacer negocio, sin importar exponer inermemente al país a la sumisión y al saqueo de sus recursos, han sido los motores para e desmantelamiento de la industria nacional, para abrir todo el campo del mercado nacional a la importación con sus perversas consecuencias para el pueblo panameño.

Hay mucho pasto en los discursos que escuchamos. Tenemos una cancillería que no tiene norte y propósitos en cuanto a una política de desarrollo nacional.  No juega a las grandes ligas para servir a la patria.

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