El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político.
El endeudamiento per cápita de los panameños, como consecuencia de la deuda externa (más de 40 mil millones de dólares), asciende sobre los 10 mil dólares. Eso es lo que le toca en deuda a cada panameño. Lo anterior, sin contar la deuda por tarjetas de créditos que se acerca a los 2 mil millones. Agreguemos la deuda por préstamos hipotecarios, prendarios y otros.
Esta realidad, inmersa dentro de un contexto de informalidad, de desempleo y alto costo de la vida. Con un sistema de salud y educación que no reúnen las condiciones ni expectativas de lo que debe ser un país en tránsito al desarrollo.
Algunas estadísticas en materia de salud mental señalan que, los cuadros y diagnósticos en este segmento de morbilidad se han disparado. En términos bruto, la salud del panameño ha venido en picada y por ello la alta demanda de medicamentos de toda clase que se vive.
Produce malestar cuando escuchamos a uno que otros pelafustan, discursear cual debe ser la ingesta alimentaria del panameño. Comer muchas frutas, vegetales, carnes blanca (peces, pavo, gallina etc.). No conocen ni viven la realidad social de la mayoría de los panameños. Los ingresos, de a poquito, dan para ciertos carbohidratos como el arroz por lo barato.
En días pasados propuse que el gobierno se plantea una política de suministro y distribución masivo de suplementos alimenticios y vitamínicos a la población, previa asesoría y diagnóstico de un cuerpo de nutricionistas. La respuesta de algunos adláteres del régimen fue que el gobierno ha repartido más de 600 mil bolsas de comidas.
Somos un país con precaria democracia de base. Cómo hacen falta los comités de salud barrial. Dice un dicho, no pises tanto la cola del perro porque terminará mordiéndote. La paciencia de un pueblo tiene límites. No lo escribo yo, lo decía Omar Torrijos Herrera.
3 Hay varios Likes:) Gracias...
