El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
«Impensable e imposible escapar, son las reglas del juego del sistema, imposible vivir fuera de contexto. Es la sociedad que tenemos y no se vislumbran cambios a corto plazo. Ni mediano. Y posiblemente a largo».
Por: Pedro Rivera
El modelo neoliberal sobre el que navega la sociedad panameña crea valores ineludibles, cada vez más cimentados. Las ofertas culturales y de entretenimiento del tipo perraje masivo y mediático no ayudan. El circo gana la partida. A veces hasta el pan que nos cae del cielo para navidad nos obliga a envilecernos.
Al parecer perdimos el rumbo. Al parecer, digo, creo. Tal vez me equivoque o exagere como en casi todo y tengamos la educación que nos merecemos, o la mejor posible. [Tal vez esa aclaración me libere de la pelonera de mis amigos].
Presiento que a un alto porcentaje de la población no les preocupa los déficits y problemas de la educación, ni les dé ni frío ni calor y disfruten, felizmente para ellos, el silencio de los inocentes, lo que no es malo en sí, pero las consecuencias no son agradables. Vivir como esos borrachitos de pueblo que se hartan de alcohol todas las noches y no soportan la goma de los amaneceres no tiene ninguna gracia.
Hay razones objetivas para tanta indiferencia: la supervivencia, el costo de la vida, el confort, el carro, las tarjetas de crédito, la base cultural y el hecho de que vivamos en una sociedad de consumo es muy exigente. Impensable e imposible escapar, son las reglas del juego del sistema, imposible vivir fuera de contexto. Es la sociedad que tenemos y no se vislumbran cambios a corto plazo. Ni mediano. Y posiblemente a largo.
Ojalá los docentes, estudiantes y trabajadores retomaran la senda de otros tiempos aunque otros tiempos ya no existan. ¿Acaso no es llegada la hora?
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