Las Experiencias Cercanas a la Muerte(EMC) y la fe

La ciencia demuestra la existencia de vida después de la muerte, lo que ratifica esa parte de la fe, pero abre otro debate, no refieren un juez que juzgue los pecados como sostienen los evangelios y no han sido recibidos por ángeles o por Jesús.

José R. Acevedo C.

Los españoles con su transculturización invasiva, nos legaron el concepto de fe, base de la iglesia católica. Esto no fue un acto de desprendimiento sin sangre, todo lo contrario, la acción iconoclasta, derrumbó ídolos y dioses, también la nueva fe se bautizó con un baño de sangre genocida.
A partir de la imposición de la fe católica, que fue más bárbara y visual con la inquisición, quien no creía en las enseñanzas de Jesús el hijo de Dios, encarnado como hombre, se le etiquetaba como hereje, con todo lo que implicaba esa condicionante social.
La nueva fe, enmarcada dentro del universo de la religión cristiana, determina que el creyente no debe temer a la muerte porque esta es una transición necesaria y natural para llegar al reino de Dios.
Sin duda, la muerte representa la angustia más notoria para el hombre común, no así para una reducida minoría que ha alcanzado la luminidad o santidad, quienes no temen a la muerte, al tenerla como un paso necesario para llegar o estar con la eternidad divina.
Sin duda, la muerte y la resurrección espiritual constituyen los desafíos más relevantes para la fe (la firme convicción en que existe algo y en algún momento se revelará materialmente), estos conceptos y actos, la ponen a prueba constantemente.
Tradicionalmente hasta hace unas décadas, la teología ha monopolizado este misterio y lo ha impuesto, sin embargo, en occidente frente a otras creencias, la fe para la mayoría debe estar acompañada de una prueba material, la que se presenta difusa o inexistente hasta hace poco por la acción de la ciencia, salvo lo que describen los evangelios cristianos sobre la resurrección de Cristo, que se erige como acto de fe indiscutible.
Actualmente la teología está siendo verificada o puesta a prueba por la incursión de la ciencia en el estudio de las ECM.
En esta perspectiva, el estudio científico sobre las ECM, ha develado en una muestra sumamente importante, que posterior a un paro cardio respiratorio e incluso sin función cerebral, quienes han regresado ( estuvieron muertos y fueron reanimados) dan fe que hay vida posterior a la muerte terrenal. Describen la entrada a un túnel de luz, son observadores silentes de todo lo que sucede en el entorno médico, cuartos contiguos, pueden traspasar personas o paredes, han llegado a un lugar de serenidad profunda del cual no desean salir y son recibidos por seres espirituales luminosos no conocidos y pueden ver dentro de ese escaso tiempo como ha transcurrido su vida en este mundo y auto juzgarse.
Sobre el particular quiero destacar que quienes no son niños, al estar en esa dimensión energética de profunda serenidad, son ellos sus propios jueces de sus actos ejecutados en la dimensión terrenal y no han sido recibidos por ángeles o el propio Jesús. Estos aspectos avalan que hay vida después de morir, es una vida espiritual no familiar, de éxtasis y paz indescriptible e incomprensible, lugar que no se desea abandonar.
La ciencia demuestra la existencia de vida después de la muerte, lo que ratifica esa parte de la fe, pero abre otro debate, no refieren un juez que juzgue los pecados como sostienen los evangelios y no han sido recibidos por ángeles o por Jesús.
Para finalizar, me gustaría expresar que hay evidencia de dos niños con ECM, Akiane Kramarik, quien fue recibida por Jesús y luego pinta su rostro, el cual posteriormente fue reconocido por el niño Colton Burto, mucho tiempo después de que fue pintado y de la ECM de éste último.
Confieso que en mí hay mucho de agnosticismo, pero estas evidencias no pueden ser desconocidas, han de ser valoradas en su justa dimensión.

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