Por Ramiro Guerra M.
Abogado y cientista político social (Marzo de 2023).
Condiciones objetivas las hay suficiente para cambios profundos en los correlatos democráticos y reformas del estado, ambos escenarios para una mejor país, uno con un sentido de mayor equidad y una ética humana, antropocéntrica.
Sin embargo, el elemento subjetivo ausente, es decir, existe una vacío de dirección o liderazgo para abordar el fundamental desafío de recomponer la república en los términos y condiciones arriba mencionadas.
Estamos viviendo una crisis de ‘más de lo mismo’. Lo anterior da cuenta de una luz roja o si se quiere intermitente que conduce a una crisis aún más agravada.
Son situaciones que demandan observarla con un enfoque galileano, con el lente de telescopio, dado que, en escenario como el señalado, ocurre a veces que la criatura que trae ese vientre resulta más antidemocrática.
Observo un agotamiento severo, enfermizo de los que se ofrecen como alternativas, se han sumergido en realidades que nos recuerdan el pasado de los ancien regímenes, que el torrijismo superó.
Se dice que las crisis, a veces traen respuestas y salidas progresistas. Es nuestro gran deseo y del pueblo que, por alguna ventanilla de la realidad de hoy, asome algún tipo de liderazgo, capaz de entender, que aun dentro lo imposible, pueda abrirse camino la variable subjetiva que haga la diferencia.
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