Tomado de RT
La deuda está dividida en dos aparatados: el denominado ‘tenencias intragubernamentales’ y el de la ‘deuda en poder del público’. La cantidad que hace referencia a las ‘tenencias intragubernamentales’ asciende a casi siete billones de dólares (6.829 millones de dólares exactamente) y se refiere a las obligaciones de deuda que un gobierno debe a sus propios organismos, como por ejemplo la Administración de la Seguridad Social, que paga las pensiones a los mayores y las prestaciones de invalidez.
Por otro lado, la ‘deuda en poder del público’ asciende a 24 billones de dólares e incluye toda la deuda federal en poder de dueños privados, empresas, gobiernos estatales y locales, gobiernos extranjeros y fondos de ahorro para la jubilación.
Este aumento histórico de la deuda nacional llega en un momento desfavorable, en el que los tipos de interés históricamente bajos están siendo sustituidos por unos costes de préstamo más elevados, ya que la Reserva Federal intenta combatir la rápida inflación, informa el New York Times. También llega en un momento económico volátil y de incertidumbre, en el que los inversores muestran su temor a una recesión mundial.
En mayo, la Oficina Presupuestaria del Congreso de Estados Unidos (OBC, por sus siglas en inglés) advirtió especialmente de los posibles peligros del elevado endeudamiento nacional. «Un endeudamiento elevado y creciente tendría importantes consecuencias negativas, tanto para la economía como para el presupuesto federal», afirma su informe. Los analistas destacan que la probabilidad de una crisis fiscal en Estados Unidos aumentaría.
En concreto, los inversores pueden perder la confianza en la capacidad del Gobierno estadounidense para atender y pagar esta deuda pendiente. Esto, por sí solo, provocaría un aumento brusco de los tipos de interés y una nueva espiral de inflación.
Además, el endeudamiento de EE.UU. podría provocar una erosión de la confianza en el dólar estadounidense como moneda de reserva internacional y una mayor dificultad para financiar la actividad pública y privada en los mercados internacionales.
Por último, los funcionarios que establecen la política fiscal del país podrían sentirse limitados en el momento de aplicar medidas financiadas con la deuda para responder a los desafíos imprevistos que pudieran surgir en el futuro, según el informe de OBC.