Por: Mallela V. Pérez Palomino (2000)
Bandera panameña tirada al suelo y humillada por el ejército invasor de EE.UU. diciembre de 1989. Prohibido olvidar
El vientre materno pare en sábanas blancas,
rojo sangre da cobijo a la buena nueva,
en tibio regazo yace resguardada,
techo azul celeste cubre la patria istmeña.
*
Crisálida despliega resplandecientes alas,
huésped hibernada de la penumbra quieta,
confluye en el aire con grácil marejada,
carrusel constructivo de interminables vueltas.
*
Enmudece la saloma, se suspende el trabajo en la parcela,
mentores no controlan citadinas escuelas,
y pupilos desbocados gritan ¡A la franja canalera!
Emotivo el pueblo enfrenta a la gringuera.
*
Sudor irrigante de libro y cosecha
trastócase en sangre, abono de la tristeza
Y dolor de los patricios que brincaron la barrera
cuando los rubios extraños desbarataron la enseña.
*
¿Qué será de la tierra sin la mano que la siembra?
¿Y del surco sembrado sin la rutina que riega?
Que una patria en ausencia de su gente buena
es desierto sin huellas, sin oasis, sin arena.
*
¡Oh, pero qué abatido mi paisano en otra tierra!
Con el alma dolorida evocando sus vivencias.
desarraigado en sus luchas y con nostalgia
del adorado terruño que su frente sueña.
*
Renace el brío, la pujanza,
corazones desgarrados que revisten fortaleza
con lucha y sacrificio materializan quimeras;
y nuevamente el coloso vierte sangre panameña.
*
Vigilante se retira contemplando las escenas,
el imperio reticente se va de la tierra istmeña
sigue añorando la franja y… ondulante
al viento flota nuestra tricolor bandera.
*
Cielos tapados con multitud de edificios,
silencioso veneno invadiendo las riveras,
cardume flotante presagia negro orificio
que absorbe destruyendo la más preciada riqueza.
*
Del alma somos hermanos, por valor, por entereza,
mas no aquel que miente, ríe y se oculta tras la cerca,
ni la satrapía ataviada de nacionalista proeza:
la historia para Caínes tiene guardadas sorpresas.
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