El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Carlos Ochoa E.
Frente al contrato de marras, que mi persona llama de compra-venta, Panamá vende, mejor dicho, regala y Minera Panamá recibe de regalo el cobre, el oro y demás, con el agravante que se entrega la soberanía sobre el territorio cedido a la minera y muchas otras prebendas, Cuesta entender que panameño alguno participó en la redacción y firma de dicho Contrato y que otro lo halla refrendado y otros pretendan firmarlo. El Contrato tiene más olor a soborno y plata que cobré, que a cobre. Así como lo escribo
El mamotreto de marras, a puesto de manifiesto cuatro posiciones de la población panameña: Los pocos que defienden el Contrato leonino, los dueños del poder económico y sus aliados en el Estado, o sea los gobernantes de turno, que ellos les financiaron la campaña política para llegar al poder en 2019. Los que están en contra de la minería a cielo abiertos, por los daños ecológicos irreversibles que produce este tipo de explotación m a cualquier tipo de explotación minera, no importa que tecnología se utilice. Y otros que nada les importa, ocurra lo que ocurra, esos 860,000 panameños que viven de la nada, en pobreza extrema, con menos de tres dólares de ingreso diario y que de las migajas de la mina nada les tocará.
La manifestación de ayer, 5 de septiembre, dejó algo muy en claro, el pueblo panameño, y digo el pueblo, dio un claro rechazo al contrato de regalos, a cambio de casi nada, una ridiculez económica, cuando la empresa se lleva unos 7 mil millones, palabras de ellos, al país le tocan, si acaso 375 millones.
Escuché en un medio de comunicación oral, radio, restarle importancia a la marcha, tal como se la resta el gobierno. El gobierno y sus asesores mineros, hicieron un mal cálculo político. No contaron que por las redes sociales el contrato se iba a conocer más rápido que ligero. La publicidad masiva de la Minera y del gobierno a favor no les iba a funcionar como esperaban. Un buen producto no necesita tanta publicidad
Estuve en la marcha, como miles de panameños y no sé si eran 5 mil,10 mil o más pero era una muestra totalmente representativa del pueblo panameño. Las encuestas nacionales se hacen con 1,200 ó 1,800 personas y no mas., y tienen un error de entre el 2 al 5 por ciento. Por lo tanto, la “encuesta de ayer”, deja en total evidencia el rechazo al adefesio minero, llamado contrato. Vi a representantes de todos los estratos sociales, organizaciones cívicas, educadores, dirigentes comunitarios y gremiales. Inclusive personas que no pertenecen a ninguna organización, igual había de sindicatos y asociaciones del sector público, marcharon personas discapacitadas, apoyadas en silla de ruedas y muletas. Amén de las protestas en muchas de las cabeceras de provincias. Solo faltaron representantes de los partidos políticos, o no los vi. Los sondeos de opinión, igual que las encuestas, si se hacen como debe ser, no deben tener una margen de error más allá del 5 por ciento. Señores de Ejecutivo, del Legislativo, defensores gratuitos y aduladores, no jueguen con la sotana ni con el cura. EL PORCENTAJE DE RECHAZO AL NEFASTO TRATADO MINERO ESTA ENRE EL 80 Y 85 POR CIENTO DE LOS PANAMEÑOS.
Al leer el Contrato, solo se requiere cierta dosis decoro, un poco de dignidad y otra dosis de patriotismo, para rechazarlo. Dice el refranero popular, “que no hay peor ciego que aquel que no quiere ver, peor sordo que aquel que no quiere oir, ni peor mudo que aquel que no quiere aprender a hablas”.
Un periodista que entrevisto a Nito, antes de ser presidente, lo definió como bueno pero un poco testarudo; él, en su discurso de toma de posesión, dijo que no importaba como llegaba a la Presidencia, sino como salía. Un camino ya se cerró, quedan dos; la puerta angosta o la de atrás.
El autor es Sociólogo y profesor de Geografía e Historia
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