Consideraciones para un posible epílogo de la coyuntura.   

Por Ramiro Guerra M.         Abogado y cientista político.

Hace algunas semanas, escribí que, la crisis, como la que hemos estado viviendo, saca a la superficie toda suerte de demonios y cazadores de brujas. El mundo de la apariencia, lo superficial, del fenómeno, emerge revelando el real rostro de lo que se es y no, lo que se vende como real.

La situación provocó que, salieran de los viejos estantes, libretos de antaño, como el que la democracia estaba en peligro, la libre empresa corría peligro. El susto fue grande, que le pidieron al gobierno que no trasmitiera lo que ocurre en la mesa del diálogo. En ese diálogo, muchas verdades se dijeron, que dejaban al descubierto lo inequitativo del actual modelo de gestión de la economía y que les endosaba a los grupos económicos, su responsabilidad. Decirle al pueblo, los millones que el estado no recibe, en concepto de fraude o falsa declaración, para no pagar impuestos, los millones en evasión y morosidad a la caja de seguro social, por parte de factores de poder económicos.

Eso también es corrupción. Y qué decir de la especulación de precios, también es corrupción. Para algunos es más fácil pegarle a la corrupción en el estado, pero con relación a la arriba señalada, como el avestruz, meten la cabeza debajo del agua.

En esta coyuntura, quedó en evidencia que, cuando de dirigir el estado, la improvisación es mala consejera. La crisis sorprendió al gobierno. Se atrincheraron que no se podía bajar el precio del combustible y que tampoco se podía congelar y rebajar precios de la comida.  Nunca esbozaron ante la nación, el plan anticíclico para enfrentar realidades objetivas. Subestimaron al pueblo. El gobierno no fue capaz de auscultar que venía en curso un proceso de disponibilidad de masas.

La coyuntura deja en evidencia que, queda trabajo por hacer para construir una unidad férrea. Pero a pesar de ello, los sectores movilizados se presentaron con grados de fortaleza, que ha sido capaz de arrancarle al gobierno reivindicaciones importantes, algunas de ellas, que se argumentaban imposibles.

Algo estratégico y muy importante, el movimiento popular, saldrá de la coyuntura con un poder de masa, que se expresa o traduce en dos o tres grandes alianzas populares.

La coyuntura, tal vez cierre, pero la agenda social democrática seguirá dando que decir y hacer. La cuestión de la caja del seguro social, la rebaja de los medicamentos, el hoyo fiscal en que se encuentra el gobierno, la deuda externa, la reforma política del estado. Como vemos mucho camino por andar.

Hacía décadas que no se expresaban tan claramente las contradicciones, ahora quedaron expuestas, y también sus actores. Una fotografía de lo real y no lo aparente.

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