El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por: Dr. José R. Acevedo C.
Ya no causa asombro y estupor, ni sorpresa alguna, observar videos e imágenes de la cantidad de armas con un enorme poder de letalidad y dinero en efectivo en millones de dólares, dejados al libre uso de grupos terroristas, en forma directa o indirecta, por el ejército de U.S.A.En forma indirecta ya antes los terroristas de I.S.I.S, en Siria e Irak, y ahora los talibanes en Afganistán, han tomado el control de arsenales, que le limpian sus caminos sangrientos en perjuicio de ciudadanos de U.S.A, y de otros países occidentales o de medio oriente. Las inteligencias militares conocen perfectamente que los señores de la guerra en los países mencionados funcionan de manera tribal y todo depende del jefe, jeque u otra autoridad tradicional, quienes son leales mientras vean la posibilidad de victoria, no obstante, cuando esta circunstancia indica que el otro combatiente ganará, termina su lealtad o la vende. Es sabido que los generales de igual manera recibiendo órdenes tribales y actuando en corrupción, abandonan bases y arsenales, con todos los equipos militares de última generación, permitiendo fortalecer el terrorismo. Tarde o temprano, seguro más temprano, una bala, un misil o bomba asesinó a un occidental.
¿Quién es el verdadero responsable, si se da el acto terrorista? El que disparó, accionó la bomba o el que, por no destruir ese arsenal y dinero, no lo hizo pudiendo hacerlo. ¿El ejército no está para proteger a sus ciudadanos o su función es ponerles en peligro?
En forma directa ese impulso y apoyo al terrorismo, acontece cuando los arsenales se encuentran justamente en bases abandonadas por el ejército de U.S.A.
No tenemos duda que esas armas serán utilizadas en su contra en alguna ocasión.
La pregunta que surge, conociendo también que la inteligencia norteamericana juega al poker a nivel de estrategias hegemónicas, resalta la interrogante. ¿Será para continuar el conflicto, buscando otra excusa más? Cualquiera que sea la respuesta en lo personal me causa más terror que el propio acto terrorista. ¿Qué clase de mentalidad perversa puede concebir tan tenebroso plan? Bueno, solo una mente más terrible que los propios señores de la guerra es capaz de actuar en esa forma.
En conclusión, terror de ambos bandos y después las consecuencias económicas las padecemos los países emergentes, al subir los comodines.
0 No hay Likes:(
