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Sale a relucir escándalo en Órgano judicial panameño en el caso de la sucesión testada de Charles Wilson Lucom.

En el año 207 el Juzgado 5 civil emitió un Auto N° 810 de 23 de agosto de 2007, y contra ese proceder ilegal el abogado Víctor Crosbie, en representación de Richard Sam Lehman, presentó una ACCIÓN DE INCONSTITUCIONALIDAD, la cual nunca fue resuelta porque la desaparecieron en la Corte, recuerda que el Magistrado ponente era Oydén Ortega.

En el año 2009 el Segundo Tribunal Superior emitió un Auto N° 59 del 27 de febrero de 2009 y el Doctor José Rigoberto Acevedo presentó una ACCIÓN DE AMPARO, también la desaparecieron, sin embargo, ahora al parecer, después de una auditoría forense resulta que quieren celebrar una audiencia de reposición para cubrir esos posibles actos delictivos cometido en el propio Órgano Judicial por personeros del mismo.

Documentos donde el tribunal admite la pérdida de parte del expediente que estaba bajo su custodia y que aun así sirvió para tomar la decisión de despojar a los niños pobres de Panamá.
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El caso es que las piezas procesales que eran vitales en la toma de decisión por parte de la Corte, en este caso, en que por primera vez en la historia judicial panameña, la Corte se atribuyó la capacidad para modificar el Testamento de Charles Wilson Lukom, fueron sustraídas del expediente y los bienes millonarios que habían sido asignados a una fundación que administraría los mismos para beneficio de la niñez pobre de Panamá, terminó en manos de bandidos que se apropiaron de ese valioso patrimonio.

Como está escrito en la Biblia, “nada permanecerá oculto, sino que todo será en su momento revelado”, ha salido a relucir que la decisión de este sonado caso se decidió por parte de la Corte Suprema, sin que se hubiera resuelto el recurso de inconstitucionalidad, ni el amparo que fueron presentados oportunamente.

Los bienes del causante, terminó en manos de personas a quienes nunca estuvo destinada la herencia, en virtud del testamento que hizo conscientemente el señor Wilson Charles Lucom, siendo su disposición testamentaria dejar sus bienes a los niños pobres de Panamá. Esta finalidad fue truncada, pues Magistrados de la Sala Civil de la Corte Suprema de Justicia, decidieron interpretar una cláusula del testamento, muy clara y dijeron que esa no había sido la voluntad del causante. !QUÉ BARBARIDAD SEÑORES! Esto ocurre dentro de los más altos niveles de la Justicia panameña, en medio de una gran laguna de corrupción que no tiene precedentes en nuestra historia.

¡Así de sencilla es la cosa!

 

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