El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra.
Abogado, Escritor Y Cientista Político.
Rocío Jiménez
Tengo años que he venido criticando el sistema de salud. Sobre todo, la deficiente prestación de los servicios de salud.
En un artículo que escribí, me preguntaba ¿cuántas personas fallecen por citas para dentro dos, tres y hasta más meses y hasta años?
Lo he venido señalando que la crisis es por la mala administración del sistema de salud.
Bien lo escribió, el dirigente de gremios médicos, el Dr. Julio Osorio, el deficiente sistema de salud y de medicamentos, se ha traducido en un enriquecimiento rampante del sector privado que vende servicios de salud.
En cuanto a medicamentos, para ciertas dolencias, no existen en el cuadro básico. Escribo por experiencia.
Toda la familia panameña, vive ese calvario y sobre los asegurados y demás usuarios.
No existe la atención primaria y menos una política de estado en materia de alimentación de la población. Tenemos la mayoría de los panameños, con una baja calidad alimentaria. No pueden, los salarios no dan para un buen consumo de nutrientes y proteínas.
A la era post Omar Torrijos, el sistema de salud ha venido en picada. Todos son responsables de esta crisis. Y lo peor, ha habido gobiernos, que han tenido disponibles miles de millones y fracasaron en edificar un eficiente sistema de salud, porque invirtieron sólo en infraestructuras de dónde surgen las coimas que son las vías para enriquecerse a costa de dejar de lado la calidad de atención.
Recién me generó una grave preocupación. El gobierno electo designó a un ministro de salud, que promueve la privatización de la caja de seguro social. Dice que los servicios de atención a la enfermedad, deben tercerizarse. Plantea demoler todo el concepto de la solidaridad.
Existe el compromiso de abaratar los altos costos de los medicamentos, pero me temo que no pueden los ávaros que, hacen negocio con las medicinas, ser precisamente los que expresen generosidad, la misma que no han expresado nunca y ha sido fuente de sus fortunas a costa de la desgracia de los panameños.
La situación de Rocío Jiménez y como ella muchos, no pidieron vivir un drama y calvario.
Es evidente que tenemos un estado deshumanizado.
También señalé, que tenemos un sistema de justicia tardía, cuando ocurren situaciones como el de la panameña Roció Jimenes.
Lo escribí y me reitero, esa estrategia de poner toda la canasta de huevos en la empresa privada, es un error. Ellos son parte del problema.
Dios bendiga la nación y a los panameños.
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