Por: Eduardo A. Reyes Vargas
TITULO V EL ÓRGANO LEGISLATIVO CAPITULO 1° ASAMBLEA NACIONAL
Esta sección de nuestra Constitución encierra lo concerniente a un Órgano del estado que debe representar la voluntad del pueblo que los eligió.Observando actuaciones de nuestra Asamblea y algunos de sus miembros al terminar de releer ese título V creí me había equivocado de Constitución o de Asamblea.
Exhorto a lectores lo revisen.
Mi percepción es que con frecuencia se dan indicios de violación a algunos de sus artículos.
Dejo esto a nuestros abogados Constitucionalistas.
Solo lo evaluó desde mi lupa de ciudadano y médico que cree en que los que profesamos esta profesión cuyo objetivo principal es preservar la vida, debemos ser entes de cambios.
Hay por ejemplo artículos que definen el perfil del candidato para ser diputado y establece su prohibición a quienes juzgados y sancionados con más de cinco años de pena no lo pueden ser.
Tema debatido en las reformas actuales del código electoral.
Hay personas productos de su entorno social que delinquen y tienen derecho a ser resocializados.
Sin embargo en nuestras cárceles poco es lo que se hace y algunos salen más delincuentes que al ingreso.
No es lo mismo delinquir asesinando a personas o robando al erario público en diferentes formas de delitos, practicar el narcotráfico con el daño que se hace a la salud pública, que robarse unas carteras o unas gallinitas.
No es lo mismo que una empresa en asociación con ciudadanos realice actos ilícitos que afectan el erario público en cantidades de dinero significativas y que al no llegar a la salud o la educación, producen muertes prematuras o más analfabetismo e inequidad en la educación que una mini empresa que faltó a su pago de impuestos.
O sea hay delincuentes y delincuentes. De gueto o de cuello blanco.
La democracia debe ser fortalecida.
Con esta y otras acciones se debilitan y dan paso a situaciones que después nos lamentamos.
Nuestros diputados deben saber también que el poder no es eterno y que al salir, aunque con dinero, su persona y familiares serán objeto de sanciones morales de todo tipo.
Los que carecen de valores éticos y morales seguirán en su burbuja social. Engañados.
Dinero en soledad no es nada agradable. Lo saben algunos políticos que hoy sufren esa situación.
Los seudo- amigos que los rodean como hormigas tras la miel, salen despavoridos al ver que su benefactor cae políticamente o queda preso.
Son como los que post invasión decían…”yo no lo conozco”, pero ese “desconocido” los lleno de dinero. Es decir traidores a esa calculada amistad.
Pregúntenlo a sus copartidarios hoy en el destierro y anonimato.
El dinero en su mayoría que se usa para las elecciones no les pertenece a ellos, ni al Tribunal Electoral.
Es de la ciudadanía.
Por ello su uso debe ser objeto de transparencia y rendición de cuenta.
No limitar el apoyo de la empresa privada a las elecciones que algunas veces solo es una inversión que elevan sus ganancias a la X potencia sigue siendo un factor que se inclina a la corrupción.
Dejar que Instituciones religiosas hagan igual aporte es no estar claro si las mismas han colectado sus dineros de forma responsables o lo contrario. En el mundo hay ejemplos de orígenes oscuros de estos dineros.
Al final se gastan millones en publicidad y mercadeo para difundir muchas veces demagogia e incumplimiento de la oferta electoral que cautivo y engañó al pueblo elector. En otras palabras despilfarro.
Se usan para crear falsos liderazgos y ovejas en cuyo interior se aloja el lobo que llega al hemiciclo.
Durante la campaña enarbolan todo tipo de banderas de principios éticos y morales y al cruzar las puertas de la Asamblea las arrean.
Hoy las redes sociales sirven mejor a esos propósitos de darse a conocer y son menos costosas.
La publicidad y la mercadotecnia poseen nuevas herramientas y algunas son gratis al usuario.
Es decir no se necesitan millones para darse a conocer de forma sincera y honesta.
Por suerte hay diputados dignos que elevan su palabra de protestas ante tantos intentos de hacer más endeble la democracia panameña, en momentos, agonizante.
Recordemos que los partidos políticos no son sus dueños. Que es el elector quien los llevo a la Asamblea en ocasiones ni de su mismo partido. El Partido es solo un medio y por cierto son cada día más entes desprestigiados ante la opinión pública.
Cambiar esa equivocada hoja de ruta es de valerosos ciudadanos.
Es justo reconocer algunas leyes para beneficio de muchos que se han aprobado, faltando algunas más en ese camino.
En guerra avisada no muere el soldado. Pueden surgir corrientes del bukelismo.
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