El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
La justicia inglesa es cómplice de este crimen, que es crónica de una muerte anunciada.
Tal como se tenía previsto, hoy, un tribunal inglés, ha autorizado el tránsito a la muerte a Julián Assange, para que sea sometido al escarmiento en los EE.UU. por habernos permitido conocer la verdad que ocultaron las altas autoridades norteamericanas y otras, contra su propio pueblo y el resto del mundo.La libertad de prensa y el derecho nuestro al acceso de la información, es un sofisma, y este crimen lo demuestra claramente. El delito que cometió Julián es el de habernos dado a conocer lo que oculto estaba y contenía crímenes de lesa humanidad, pero sus autores lejos de dilucidad su responsabilidad, quieren matar al mensajero.
Este órgano informativo manifiesta su luto y dolor por este crimen que se comete ante nuestros propios ojos, porque nuevamente los que somos víctimas pagamos las cuentas de quienes delincuencialmente han estafado y atracado a la humanidad entera.
Julián Assange, desde el día que el gobierno de Ecuador lo entregó al inglés no ha tenido ninguna garantía a sus derechos humanos y ahora se remata su cabeza al entregarlo a su verdugo.
El sometimiento y muerte lenta de Julián Assange, es también, la muerte de la libertad de todos los seres humanos que, hoy se enfrentan a los poderes fácticos en el mundo porque no resisten que se les haya expuestos en su purulencia y maldad infinitas que, busca afanosamente, disminuir en lo posible, la dignidad humana en general.
Este día será recordado como la sentencia de muerte anticipada, y el día de la confabulación contra la libertad de información a la que tenemos derecho todos los habitantes de la tierra,
¡Así de sencilla es la cosa!
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