Elembajador de los Estados Unidos, en nuestro país, Kevin Cabrera, de manera insolente cree, que Panamá es una colonia y se siente con derecho a intervenir en asuntos que solo concierne a los panameños.
Al mejor estilo de una especie de Alianza para el progreso, recorre el país, visita centros educativos, se reúne con diputados, con el procurador, con la Corte Suprema (magistrada López) y en todas esas reuniones saca a relucir lo que piensa su presidente Trump. Dicho en palabras, baja la línea de las políticas de Trump, sobre todo su odio a China.
Este embajador, se conduce como si fuera un gobernante o gobierno paralelo.
En una reunión con algunos diputados, se refirió al Código penal de Panamá. Sugirió reformas para endurecer penas contra los que incurren delitos contra el narcotráfico. Este tema de reformas a la legislación penal, corresponde privativamente a los panameños.
Este señor, cada vez que se reúne con funcionarios, lo hace como si fuera parte del gabinete del señor Mulino y peor, coloca al gobierno de Panamá, como una especie de dupletas y siempre enalteciendo la figura de Donal Trump.
Peor, actos donde participa, se hace acompañar de la bandera de los Estados Unidos. Coloca su bandera como símbolo de poder gringo.
Lo anterior está fuera de lugar. El principio de una sola bandera, es lo único que aplica. Lo de la bandera de los Estados Unidos, es parte de una política de adoctrinamiento propio del supuesto buen vecino, caminando por su traspatio. (sobre todo cuando visita a centros educativos). Ninguna autoridad educativa, desde directores hasta instancias superiores, debe permitir tal oprobio.
Ahora bien, tenemos que señalarlo, ocurre que hay funcionarios que genuflexamente y con obediencia vergonzosa, se prestan para estas injerencias e intervenciones del embajador.
Nos preguntamos, ¿que intenciones tiene, la visita que hizo el embajador gringo, al museo arqueológico del Caño, en Coclé?
Lo peor de todo lo arriba señalado, este señor cuando se refiere a la seguridad del canal, lo hace partiendo de la premisa del como si fueran dueños.
Responsabilidad de lo arriba señalado, corre por cuenta del gobierno, al acceder y firmar un acuerdo, que da y seguirá dando lugar a intervenciones que riñen con el tratado de neutralidad permanente del Canal.
A pesar de que el gobierno lo niega, hay evidencias claras de presencia militar (bases) en el territorio nacional.
Somos del criterios, que ese acuerdo relativo a la presencia militar USA, tiene que ser eliminado, denunciado por violatorio a la soberanía nacional y a la dignidad de los panameños.
UNA SOLA BANDERA EN EL TERRITORIO NACIONAL.
NADA DE INTERVENCIÓN E INJERENCIA EN ASUNTOS QUE SOLO COMPETEN A NUESTRO PAÍS.