Por Gonzalo Delgado Quintero
El programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la Caja de Seguro Social (CSS), que garantiza el pago de pensiones, ciertamente, requiere reformas que garanticen su futuro; pero, qué tipo de cambios.Hasta el momento no se tiene ninguna buena propuesta técnicamente sustentada y se adolece de un criterio tecno-político para lograr sin traumas, reflotar el sistema solidario, no así, al sistema mixto que mantiene superávit, por no estar pagando aún pensiones.
Agregue a la incertidumbre de no tener una buena propuesta, la falta de información contable de los informes financieros y por la base de datos de los asegurados cotizantes activos, “estropeada” por las entonces, nuevas plataformas informáticas implementadas por administraciones pasadas con énfasis en la de Guillermo Sáez Llorens. Esto sigue imposibilitando saber el estado de la real situación actual de la Caja de Seguro Social (CSS) que nada tiene que ver con lo largamente explicado en el informe recientemente aportado por la Organización Internacional del Trabajo.
Un primer cambio positivo, inmediato y posible sería volver al Subsistema Exclusivamente de Beneficio Definido (SEBD) y que los fondos del Sistema Mixto (SM) sean trasladados en su totalidad a este sistema solidario. Es la única forma de realmente hacer justicia generacional y cumplir con el Artículo 113 de la Constitución Política de la República de Panamá.
Esta vuelta al sistema solidario (SEBD), resolvería en gran medida, dos aspectos fundamentales. Lo primero sería que se garantizaría a los trabajadores que cotizan en el sistema mixto, que al cambiar al solidario, sus pensiones futuras serán totales y no sobre la base de 500 balboas solamente. Otro es que las pensiones de los actuales jubilados, no estarían en peligro, librando la presión administrativa y social que actualmente existe.
Seguir por la ruta de la descapitalización del sistema solidario que es a través del cual se pagan las pensiones actuales, sin la necesaria compensación, es crear las condiciones para una revuelta social de incalculables proporciones y lo más preocupante es que pareciese ser que la situación no es comprendida por nadie y lo peor es que esta circunstancia provocada contra la CSS, ha sido aprovechada por algunos sectores económicos que pretender controlar la empresa más rentable del país (CSS). Proponen un solo sistema mixto, aplicar las medidas paramétricas a través del aumento de las edades para pensionarse, elevar el número de cuotas y reducir las pensiones. Ya lo vienen diciendo.
Surgen muchas interrogantes. Por ejemplo, cómo se podrá sostener una persona en el futuro con una pensión exigua, cuando insostenible es el incremento del costo de vida. Aumentar las pensiones y jubilaciones existentes, sería una alternativa, pero como hacerlo cuando por el contrario, lo que se está es acabando con los fondos para pagar dichas pensiones.
Un segundo cambio positivo es aplicar la Ley. Se puede iniciar con imponer las sanciones a la no declaración del trabajador por parte de los empresarios, que según la ley se exige, a partir del primer día de la entrada laboral. Según estimaciones esta evasión le produce pérdidas que superan el 10 por ciento en concepto de cuotas.
Otra es la morosidad significativa que se incrementa. Actualmente, esa deuda empresarial con la CSS asciende a 300 millones de balboas; lo que es determinante si no se paga o de repente es condonada, como han hecho administraciones anteriores. Esto afecta a los trabajadores al momento de su jubilación y peor aún es que, al ser descontadas las cuotas al trabajador; el empleador, al no declararla a la CSS, simplemente se las está robando.
Un tercer cambio positivo es crear diversas formas para capitalizar más y compensar toda esa descapitalización desastrosa contra el IVM y la propia CSS. Una buena propuesta sería los aportes del Canal de Panamá; el hub aeroportuario; la actividad portuaria, el sistema bancario; la Zona Libre de Colón y Panamá Pacífico; las nuevas Tecnologías de Información y Comunicación (NTIC) (fibra óptica); el turismo y la actividad minera. Imponer un centavo por cada Dólar de utilidad en estas áreas que aportan muy poco al fisco, resolvería la deuda de la CSS, incluso la deuda externa. Fue por lo que surgió la propuesta del 10 por ciento de pago a la CSS de lo que generara la fibra óptica en el periodo de Martín Torrijos postergada desde 2006 y que después, nunca se ha cumplido. Se requiere seriedad y no jugar con la supuesta ignorancia social.
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