Por: Ramiro Guerra M.
Modesto un campesino entrado en edad, lo que mas apreciaba, era su viejo rifle Wellington. Lo heredó de su padre. Con su rifle vivió una experiencia que lo acompaño toda su vida. Contaba el viejo Modesto, que su trabajo habitual, salir todas las noches a cazar. La oscuridad era su mejor aliada para esos menesteres. Alardeaba de su fino tiro, donde ponía el ojo, presa muerta o herida. En una de esas noches, se percató que a una distancia de 500 a 800 metros, se visualizaba un venado. Un gran ejemplar, de un tamaño nunca visto por él. Cargó su rifle, apuntó y seguro estuvo que dió en el blanco. El venado salió corriendo y dando un sonido de mujer herida. Se lamentó .Regresar a casa sin nada. En la mañana , muy temprano, tocaron la puerta de su casa. Era una vieja mujer; cojeaba y se apoyaba en un palo de escoba. Su pierna derecha vendada y sobre la venda se filtraba el rojizo color de sangre . Modesto la miró y sonrió. Se dijo, bruja del diablo, esta vez si te agarré. 9 Hay varios Likes:) Gracias...Ver Artículo
«Quiero un machete y un pedacito de tierra».
Narrativa corta. Autor: Ramiro Guerra M. El líder, Omar Torrijos, en su recorrido por el …