El PRD y sus paradojas. (III Parte).|

Por: Ramíro Guerra M. Abogado y Cientista Político.

Hace décadas, el Dr. Fidel Castro Ruz, imprecó duramente al partido comunista, su partido, por el error de confundir el papel del partido en la sociedad cubana con las funciones del estado cubano. Fue enfático, «nuestro partido, no es el estado»; este juega un papel más operativo y funcional para un eficaz desempeño de tales funciones; el partido debe jugar un papel en lo que concierne a la cuestión ideo programática y estar vigilante del cumplimiento de esto último.

Guardando las proporciones, desde la perspectiva anterior, no me parece conveniente, caso el PRD, se convierta en un apéndice o trabe una relación de subalternalidad del gobierno. El neuro cirujano, Dr. Francisco Sánchez Cárdenas, lo señaló muy bien al plantear que el partido debe constituirse en la conciencia crítica del gobierno que surge de su matriz. Tratar de controlar el partido desde el poder del gobierno, le resta o limita la autonomía, aunque sea relativa, que debe reservarse el partido. Éste último es más eficiente para pulsar e interlocutar la realidad, que el gobierno que emerge de su vientre.

Cuando en el último congreso, el lic. Pedro Miguel González, planteó que la plana mayor no debía involucrarse en cuestiones operativas y funcionales del estado y el gobierno, pienso que estaba en la línea correcta. Admito que lo anterior no es fácil de digerir, pero tal tesis tiene mucho de validez .

Por el bien del país, ojalá que en el próximo evento congresional de ese partido, temas como el señalado sean materia de debate.

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