El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
En la década de 1os ochentas del siglo pasado, las organizaciones políticas de la izquierdas, recibieron la invitación de general Manuel Antonio Noriega, para que participáramos de un seminario (ciclo de conferencias) que se realizaba en Rio Hato. El PRT, le tomó la palabra al general. No recuerdo bien , todos los partidos de izquierdas fueron invitados. No recuerdo si todos asistieron.
En el PRT se debatió la invitación y se decidió asistir; no hubo condicionamiento alguno a esa participación. El auditorio estaba repleto de oficiales jóvenes y con mando. Recuerdo al mayor García, jefe de la unidad de expedicionarios.
Le tocó al Dr. Egbert Wetherbourne, disertar sobre el marxismo leninismo y el pensamiento socialista. Las preguntas de los oficiales no se hicieron esperar. Mostraron un interés inaudito en torno a estos temas.
En el medio agitado de la universidad y la sociedad, tal evento dio lugar a un debate encendido. Algunos nos criticaron nuestra ida a Río Hato. Ese evento recreo el debate entre la cuestión de los principios y tácticas. Sobre todo, las críticas provenientes de los radicales tanto de derecha como de izquierda.
Sostuvimos la tesis, que ir a ese evento, no vulneraba cuestiones de principios. Tácticamente esa participación para que la oficialidad tuviera acceso al planteamiento socialista; algo de la dialéctica y la lucha de clases y como se articula el ejército en la dictadura de clase en las democracias. Creo que el Partido del Pueblo también asistió y el disertador lo fue Rubén Darío Souza.
Aprendí en estos menesteres de la lucha política e ideológica, que en política los enfoques tácticos, no pueden ser rígidos sino flexibles. Asistir a ese evento en Río Hato, en nada nos comprometía en cuestiones de principios.
Algo parecido ocurrió cuando decidimos participar en una elección nacional. Algunos nos criticaron y nos atacaron, según ellos, estábamos haciendo el juego a una democracia burguesa. En política, el tiempo y la vida obliga a repensar el concepto de lo táctico.
En la revolución bolchevique, Lenín fue objeto de críticas, por convocar el apoyo al régimen de Kerenski. La táctica era correcta. La clase obrera y los bolcheviques, tenían claro que había condiciones para alzarse con el poder. Apoyaron al régimen burgués liberal de Kerenski, ante la posibilidad de retorno del ancien régimen zarista.
En política se han acuñado frases, como la de Rigidez en los principios y flexibilidad en la táctica o la de que, en política, los puros se fuman y se esfuman o la que solía citar Omar Torrijos, en política él que no aspira, expira.
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