Una experiencia para nunca olvidar.|

Por: Ramiro Guerra M. Abogado y Cientista Político

Como si fuera hoy, días después de la invasión militar a nuestro país, me encontraba en el local de la Unión de empleados de Comercio, ubicado en el corregimiento de Santa Ana.

Yo, fungía como su asesor legal, la presión de trabajadores y trabajadoras del comercio era muy fuerte, recuerdo las jóvenes del almacén Garbo y otros establecimientos comerciales, que producto del saqueo, alegaban quiebra y que no volverian abrir.

Se resistían a pagar las prestaciones a sus trabajadores, el secretario general de la Unión de empleados del comercio, me preguntó qué hacer, lo único que se me ocurrió, decirle hagamos una marcha hacia la presidencia.

El gobierno de Endara, no puede lavarse las manos, ante el hecho, de que miles de empleados quedarán desprotegidos. La verdad que hacer una marcha con el territorio ocupado por el ejército más poderoso del mundo, generaba algo de temor.

Hoy dejo testimonio, que el compañero Luis Bernal Gordillo,sin miedo alguno, me dijo, hagamos la marcha hacia la presidencia.La convocatoria fue efectiva; ciento de trabajadoras y trabajadores, dijeron presente. El punto de reunión, la avenida central, cerca del almacén Viceroy.

En cuestión de minutos, fuimos rodeados por los soldados gringos y sus tanquetas.

Nadie se amilanó, había la resolución de marchar hacia la presidencia y así lo hicimos, cuando llegamos a la presidencia, ese lugar parecía un cuartel o base de los Estados Unidos.

El presidente Endara, recibió a los manifestantes, Luis Bernal, planteó las dificultades que estaban enfrentando los empleados del comercio, escuchó y designó al Lic. Jorge Ruben Rosas que intercediera con los dueños de los almacenes.

Aún así, los empleados recibieron exiguas prestaciones.

Esa marcha fue la primera manifestación, que se le hacía al gobierno de Guillermo Endara.

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