El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Victoriano Rodríguez Santos
sin palabras
El ministro de salud Luis Francisco Sucre anuncia la 6ta a ola COVID. Gran parte de la población pregunta si hubo una quinta, cuarta o tercera. Lo cierto es que pudieran llegar a 12, 15 o 50. La población se ha percatado que con cada anuncio de una nueva cepa u ola COVID, las anteriores parecieran desaparecer, por arte de magia.Algo incomprensible, el hecho que exista una nueva cepa u ola no significa desvanezca todas las anteriores. Hay quienes comentan como falacia, falta de argumentos, irrespeto o distracción, para tratar de encerrar a la población como lo hicieron en el 2020, mientras compraban artículos a sobreprecio, endeudando al país. Se dice que ello costó el puesto a una jerarca, por honesta o no prestarse a ello.
Mientras el Ministro de Salud, advierte de una 6ta ola COVID, el señor presidente de la República Laurentino Cortizo anuncia carnavales, lo que implica un contrasentido; pero antes de los carnavales, hace pocos días, permitieron dos conciertos que presuntamente tenían más de 25,000 personas cada uno sin utilizar mascarillas. Gritando, saltando y hasta compartiendo. Ello conlleva al razonamiento lógico: la OLA que anuncia el señor Ministro ¿es cierta o una falacia?
El señor ministro Sucre, debe explicar ¿por qué personas que dicen tener cuatro (4 dosis de la supuesta vacuna les da COVID y porque muchas personas que dicen nunca haber sido vacunadas con esa cosa o tienen máximo de dos (2) si les dio, no les ha repetido o nunca les ha dado COVID?
La vacuna de la influenza, neumococo y otras se colocan cada doce (12) meses o más, porque la COVID la quieren ponen cada vez que la anuncian (dos o más veces al año). ¿Por qué tratar de imponerla inclusive a niños?
Al parecer ya existe inmunidad de rebaño y el COVID se ha convertido en un resfriado más, de ser así: ¿Cuándo se adquiere inmunidad con esa vacuna? ¿Cuántas dosis se requieren?
Señor Ministro Sucre: ¿se pretende o no encerrar a la población al igual que se hizo en el 2020, donde no se podía salir de las casas? ¿Cuándo un día salían los hombres y otro las mujeres?
El pueblo panameño se pregunta ¿por qué para la fiesta de ministros, diputados y otros jerarcas gubernamentales no se ponen mascarilla en sus festividades? ¿Será que en la Asamblea las botellas de licor de 400 dólares vienen con vacunas incluidas contra el COVID o los liberan de contraerla?
¿A los panameños pobres (profesionales con recursos) o pobres sin recursos y paupérrimos se les tiene que meter miedo? ¿Viene otra ola de terror? Todo parece una conspiración contra el pueblo y las arcas del Estado.
Por otra parte, se corre la voz que los diputados pretenden no ir a primarias en sus partidos, lo que violaría la Constitución Nacional, porque crea fueros y privilegios. La razón es sencilla. Hubo varios que llegaron como residuos y obviamente si van a las primarias no llegaran a eso. El residuo pudiera quedar en cualquier lado, menos para las elecciones generales. Entonces puede entenderse el miedo.
Muchos, además de enriquecerse sin que nadie sepa cómo lo hacen, esto, de no ir a la primarias, pareciere una conspiración contra el pueblo y la democracia, si esta población lo permite a sabiendas de que eso es incorrecto e ilegal, estaría firmando su esclavitud física y mental.
No hay forma moral de justificar ese atraco al voto de la población o despertamos ahora o sencillamente seremos esclavo de políticos violadores de la Constitución y la ley. Situación que sufrirán los hijos o nietos de los hoy votantes.
Economista, educador, humanista.
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