Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
El Gran economista Latinoamericano, Dr. Raúl Prébisch
En la década de los sesenta del siglo XX, estuvo de moda lo que se dió en llamar el modelo de sustitución de importaciones. Uno de su abanderado lo fue el economista Raúl Prébisch y la Cepal (comisión económica para américa Latina) Igual otro grande Andrés Gunder Frank, exponente de la teoría del subdesarrollo. Factores coyunturales de la economía mundial constituyeron la base material de esos enfoques desarrollistas. Economía con rostro humano, es un concepto nada nuevo. La teoría estuvo su apogeo y los números de la época, dan cuenta que el sector primario, creció a una tasa del 8 por ciento. Tenía un impacto en el PIB. Cuando se da el golpe de estado en nuestro país, 1968, el sector primario representaba entre el 8 por ciento del PIB. Hoy apenas alcanza el 2 por ciento. Recuerdo que, para la época, Ramón H. Jurado, escribió el libro, que tituló el modelo de sustituciones. Era partidario de las teorías en boga de la Cepal.
Como podemos observar, hemos venido para atrás como el cangrejo. ¿qué ha pasado? La dependencia agroalimentaria del mercado mundial y de los Estados Unidos se ha agravado. Somos dependientes y los gobiernos que hemos tenido, han sido un fiasco para revertir esa dependencia. Sobre este tema ríos de demagogia han pasado debajo del puente.
Salvo el periodo de Omar Torrijos, que propició la organización en el campo para la producción. Fue la época que nos acercamos a la autosuficiencia en la producción de arroz y otros granos. Hoy, esta dependencia alimentaria, se traduce en el gran negocio de la oligarquía importadora.
Cuatro a cinco, constituyen un bloque duro de ese negocio que le reporta millonadas. Señalado lo anterior, acaso será que habrá que volver sobre caminos recorridos en ese modelo de sustitución, de tal suerte que, se priorice el sector primario y secundario. ¿Preguntarán amigos lectores y dónde saldrán los recursos para apuntalar esa estrategia desarrollista?
- Se requiere voluntad política para quebrar o relativizar el poder de las élites que acumulan con ese fenómeno de la dependencia alimentaria.
- Una política de transferir recursos de los sectores hegemónicos que controlan la importación, hacia el sector primario de la economía. La reforma fiscal progresiva es parte importante de conseguir esos recursos. Estamos mal, ni soberanía alimentaria y tampoco solidaridad.
Lectores, han oído hablar sobre este tema, a nuestros flamantes aspirantes a la presidencia? No. Son y representan correa de trasmisión de las élites oligarcas. Salvo una que otra excepción. (ya he escrito sobre este tema).
Será que tendremos que recrear la lectura económica de economista como el egipcio Samir Amin, Raúl Prébisch y otros que trabajaron la denominada teoría de la dependencia. Como romper con esa realidad que, termina castigando draconianamente al pueblo consumidor.
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