El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Educadores y otros sectores se movilizaron en el resto del país.
Ayer, diferentes movimientos magisteriales y también trabajadores del país se movilizaron en las calles exigiendo un congelamiento al precio del combustible y un alto al incremento del costo de la vida, motivados especialmente por la indignación nacional que causó el apoteósico, grosero y ofensivo banquete del 1 de julio en la Asamblea Nacional, hace menos de una semana, en la que degustaban ricas y carísimas viandas y las más caras bebidas etílicas que se conozcan, cuando el país atraviesa por serias limitaciones causadas, no solo por la pandemia, sino por el incremento desmedido de los productos de consumo básico de los panameños de los últimos meses.
Los educadores marcharon pacíficamente al son de tamboritos y consignas que denunciaban los abusos de privilegios por la clase política y contra el alto costo de la vida, sin embargo, la policía nacional arremetió violentamente contra los manifestantes utilizando exceso de gases lacrimógenos que, al impactar a los manifestantes, alguno de los cuales eran hipertensos y asmáticos, generaron muchos caos críticos de asfixia e insuficiencia respiratoria y algunos de esos casos tuvieron que ser atendidos en centros hospitalarios.
El método utilizado por la policía nacional y la unidad de control de multitudes, es similar a los métodos utilizados por la policía colombiana el año pasado en la crisis que vivió ese país, desde donde se le da entrenamiento a la policía panameña.
Las fuerzas de seguridad colombianas han desarrollado el concepto de enemigo interno en los que toda fuerza que protestaba era considerada enemiga y sobre ella se ejercía desde el Estado toda fuerza para reprimirla violentamente y eso pareciera que, es lo que ocurre ahora aquí en Panamá, según los hechos últimos acaecidos recientemente Colón, en Tierras Altas en Chiriquí, con los productores y ahora con los educadores.
Para hoy se mantiene las movilizaciones y el gobierno nacional abrió una mesa de diálogo que encabeza la ministra de educación en la ciudad de Santiago, ciudad en la que el día de ayer salieron a las calles miles de educadores, estudiantes y trabajadores y fueron brutalmente reprimidos como ocurrió simultáneamente en el puente de Río La Villa, en Azuero. En Panamá también hubo movilizaciones.
Ojalá que el gobierno nacional presente algunas soluciones viables, porque la ciudadanía esta indignada de que las limitaciones solo son para el pueblo y otros vastos sectores están en disposición de incorporarse a la lucha por adecentar al país y hacer que las cargas las asumamos por parejo y que no solo sean los más pobres los que terminen pagando los platos rotos de la gran corrupción nacional.
¡Así de sencilla es lacosa!
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