Nuestro sistema de salud, no es un dechado de virtudes…|

Y menos paloma mensajera de buenas noticias para la población.

 

Por: Ramiro Guerra. Abogado y Cientista Político.

Carencia y más carencias de servicios puntuales y eficientes. Eso viene de arrastre. En el servicio público de salud y en la caja de seguro social, exámenes que pueden hacer la diferencia entre la vida y la muerte, demorán meses. Los ejemplos sobran; la realización de un cateterismo, de corazón abierto, endoscopia para determinar problemas gástricos y ulcerosos, medicamentos elementales para pacientes que enfrentan problemas de presión. A lo anterior se agregan medicamentos, que consumidos dejan marcas y otras dolencias. No me puedo dar por servido, que a un usuario, que necesita alguna resonancia magnética, un ecocardiograma, se le diga venga para dentro de tres a cuatro meses y cuando llega la cita, el equipo dañado. Salvo excepciones, la caja de seguro social, en las últimas décadas no ha contado con eficiente administradores.

Se habla de rosca y círculos de poder, que truncan toda posibilidad de salir de estos atolladeros. A lo anterior se agrega el componente politiquero. En materia de salud, el pueblo la está pasando dura.

Entiendo lo del covid, pero nada se dice cómo lograr un sistema de salud , que funcione con eficiencia. Tengo para mi, que dentro del engranaje administrativo, no están los que deben estar. La gran tragedia, todo se somete al juego clintelista y amiguismo del poder. Jubilados y pensionados, con dolor , dicen haberse gastado ahorros de su vida y verse obligado a buscar atención en el sector privado que presta servicios de salud . La ley no se acata; existe un artículo en el código administrativo, la obligación del sector público y privado, si fuera necesario brindar por urgencia atención , sobre todo cuando se trata de un problema de presión arterial. Si no tiene dinero, se fregó y en los servicios públicos te tienen como una bola de carambola. Esta realidad raya en lo infernal. En reiteradas ocasiones le he dicho al gobierno, hay una especulación salvaje en el negocio de los medicamentos a caído en saco con fondo roto. No solamente por covid, la realidad que la salud de los panameños, ha venido cada vez a menos. Mientra la tragedia se agrava, seguimos en diálogos para el año de la calenda griega. Hay que querer a Panamá y su pueblo, para saber el dolor que lleva el panameño, debido a esta tragedia, de un sistema de salud decadente.

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