El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político. Septiembre de 2023.
La primera norma de conducta de una empresa extranjera, no importa el país de origen, es respetar el orden jurídico del país anfitrión. En relación a First Quantum, se conduce como si estuviera por encima de la jurisdicción del país y peor, no acata un fallo de nuestro más alto tribunal de justicia, La Corte Suprema de Justicia.
Desde que el fallo citado quedó ejecutoriado, el día 24 de diciembre de 2017, cuando las partes fueron debidamente notificadas conforme lo establece nuestro Código Judicial, debió dar por terminada sus operaciones en la provincia de Coclé y Colón, relacionadas con la excavación y comercialización de recursos minerales del país y los panameños.
Más grave y ofensivo, en el iter de la negociación, llegó lejos al decirle al país que, el gobierno mentía en cuanto a lo negociado. Usa su poder económico para manipular y mentir acerca de bondades que el contrato no tiene.
Usa la estrategia de efecto regadera en el sentido que entrega cuantiosos recursos a medios de comunicación y a individuos que no reparan en entregar su dignidad a cambio de dólares. Lo más terrible, resortes de la institucionalidad sirven a ese juego de la entrega patria.
Dignatarios de instituciones no se dan por notificados; serán sujetos de investigación por la comisión de delitos, sea por acción u omisión. Difícilmente podrán evadir la justicia. Aunque se apruebe el contrato, cosa que está por verse, en tanto que son cómplices y se coluden en el saqueo de los recursos minerales de país.
El daño y ultraje cometido ha sido grande al país y los panameños, por lo que, no puede quedar impune. En un país que se precie de tener un eficiente y eficaz estado de derecho, seguramente veríamos a dignatarios de First Quantun y funcionarios de alto nivel, al alcance de la justicia penal.
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