Victoriano Rodríguez Santos
Nuestro artículo anterior expone el posible cierre de instalaciones de salud o mantenerlas en desuso, lo que implica su deterioro. Imposible concebir que las instalaciones de salud las hayan estado desmejorando a tal grado que médicos, enfermeras, técnicos y otros funcionarios han tenido que hacer protestas y paro de labores, por falta de medicamentos, equipos e insumos. Igualmente los enfermos, se lanzan a la calle, exigiendo medicamentos, atención médica y hospitalaria.De continuar cerrando o dejando de abastecer las instalaciones de salud, la población quedará en completa indefensión, sin embargo pretenden -según la información de escuchas en pasillos de Clayton- llevarse el personal especializado para el Hospital de la Salud. Así ya tienen algunas especialidades como cardiología, aún cuando no todos los médicos especialistas pudieran estar de acuerdo. Importante saber, como resultado beneficioso, cual es la media de operaciones, por especialista, con relación a las que atendían en el Complejo.
Como la información del cierre del Susana Jones Cano no está confirmada, es necesario que el director de la Caja de Seguro Social doctor Enrique Lao Cortés, confirme o desmienta públicamente la misma, pero que no tome de sorpresa a la población.
De confirmar esa información quedarían -en completa indefensión- cerca de 500,000 personas que viven alrededor del Hospital Susana Jones Cano, inclusive los policías que trabajan en las áreas cercanas, de ser heridos o baleados podrían morir en el trayecto, mientras son desplazados a instalaciones distantes. Recuerden que, en estado crítico, cada segundo cuenta, peor, cuando de SERVICIO DE URGENCIAS se trata.
Mientras Omar Torrijos Herrera popularizó la salud y la educación, como obra cumbre inmortal, que ha catapultado (directa o indirectamente) a más del 70% de los profesionales panameños de hoy, este gobierno, que en campaña vendió la idea de continuar esa trayectoria, hoy revierte aquel pensamiento progresista y desmejore las cosas que funcionan, agravando el sistema de salud y educación, quizás con la insana intención de limitar la cantidad de intelectuales y profesionales, lo que conllevaría al retroceso y destrucción del país.
Pretender cerrar una instalación qué viene dando respuesta a la población de San Miguelito y áreas circunvecinas del distrito de Panamá, es un disparate, un atentado, sin embargo, es necesario dejar expuesto que durante los 4 años de gestión del doctor Enrique Lao Cortés, no ha podido o no le ha interesado recuperar los 14 consultorios de la torre San Judas Tadeo, que son propiedad de la CSS, por los cuales pagamos mantenimiento -promedio de 60,000 balboas al año, más la carga de interés cuando se posterga el pago mensual-. Recuerde, doctor Lao Cortés, ese dinero es de los asegurados.
Se paga mantenimiento sin poder hacer uso de los consultorios. Mientras los pacientes que acuden a la atención por especialidades se les mantienen bajo techo plástico transparente, sin cielo raso, un ambiente hostil o inadecuado porque penetra el sol y calor, a expensas que cuando llueve hay humedad y si corre brisa les salpica. Ese es el respeto que se tiene por el paciente, el que paga su salario. Dios te salve, Panamá.
Ciudadano humanista y patriota
2 Hay varios Likes:) Gracias...