Dialéctica de la Naturaleza de Federico Engels.
Por Ramiro Guerra M. Abogado y cientista político.
Julio de 2023.
Apartándonos un poco de la ciencia política, de los análisis de coyuntura política etc., aspiramos entrar o aproximarnos a un tema de ciencia que alude a la sobrevivencia o no del planeta tierra y más hoy que a diario se habla y escribe sobre calentamiento global y algunas de sus consecuencias como lo es el fenómeno del niño. Se hace énfasis en el fenómeno, lo superficial y no en el fondo.
El exsecretario de la ONU, Koffi Annan, dió la estocada. Esto de las revueltas climáticas, sobrecalentamiento, ríos que destruyen vidas y causan desastres, se dicen naturales. Aclaremos, no son nada de naturales, son obra de la mentalidad depredadora, suicida del hombre que, en su esquizofrénica gula de dinero, le ‘resbala’ todo eso de proteger el medio ambiente.
¿Acaso la saturación de gases tóxicos en la atmósfera, es obra de la naturaleza o del hombre, en un sistema donde abundan esas prácticas destructivas? Todo el que se aprecie de científico, no puede dejar de leer el libro de Federico Engels, Dialéctica de la Naturaleza.
Desde 1863 – 1873, Engels, ya analizaba estos fenómenos de hoy. Escribía, ‘el hombre se conduce egoísta frente a la naturaleza. Su modo de conducirse en la actividad de la producción, nos va a llevar a la hecatombe’.
Sobrevendrán procesos de sobrecalentamiento del planeta tierra, que agotarán energía al sol y se abrirá un período de enfriamiento global, que dejará inexistente al planeta. El planeta transita en esa dirección.
La gran industria del plástico, contaminantes, afectaron la atmósfera, la naturaleza. El hueco en la capa de ozono, ha sido obra del hombre, de sistemas que apuntan a la destrucción del entorno.
No nos vayamos tan lejos. ¿Quiénes en Panamá; han sido los responsables de la destrucción de miles de áreas de manglares en nuestras costas? La naturaleza o el hombre? Igual nuestras cuencas hidrográficas.
Todo esto, con la anuencia y complicidad de los gobiernos de turno.
Eso de desastres naturales es un subterfugio, un engaño, para ocultar la realidad; la causa de fondo, la esquizofrénica práctica de destruir para ganar a costa de vidas humanas en el planeta.
Para concluir, les pido que observen esta aberración, barrer con los pulmones del planeta como lo son la selva del amazonas e innumerables bosques por doquier. Ni agua para tomar, ni oxígeno para respirar tendremos de seguir, como humanidad, transitando por esa senda.
El apocalipsis que ya estamos viviendo, es obra del propio hombre.
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