Editorial

 

El día de ayer jueves, en horas de la tarde, estudiantes de la Universidad Nacional, salieron a protestar en la Vía Transístmica, entrada principal, por la aprobación en el Consejo de Gabinete del Contrato entre el Estado con Minera Panamá, S. A.

En este país las autoridades solamente te escuchan y atienden cuando hay medidas de presión, en especial el cierre de calles. Aquí nos encontramos ante una dicotomía, el ejercicio de un derecho fundamental y la afectación del derecho de terceros a transitar sin obstáculos.

Esta acción lamentablemente el gobierno nacional lo resuelve utilizando su brazo ejecutor violento, la Unidad de Control de Multitudes de la Policía Nacional, en ausencia de una previa conversación con las autoridades universitarias y con los grupos estudiantiles.

La represión solo tiene una descripción, brutalmente desquiciada de la Policía Nacional.

Las imágenes de los medios noticiosos develan, una utilización exagerada de gases lacrimógenos, que generaron una densa neblina que causó afectaciones a toda persona cercana a la Universidad Nacional, destacándose quienes por enfermedad o funciones estaban en la Caja de Seguro Social, sin duda originando afectación grave a la salud de las personas, que debe ser investigada y generar responsabilidad penal, del Ministro de Seguridad, del Director de la Policía Nacional y del jefe del Control de Multitudes.

Cuando al Hospital Oncológico el gobierno nacional les niega la suma de 8.5 millones de dólares para adquirir insumos y medicamentos, la Policía Nacional se dio el tupé de gastarse y derrochar en un solo día en bombas lacrimógenes esa cantidad de dinero.

Que contradicción de este gobierno que se describe como Torrijista, contradiciéndose con esa extralimitación, de las palabras en tono de arrepentimiento del General Omar Torrijos, cuando en Colón acatando órdenes reprimió a estudiantes de un Colegio Público, gastándose en bombas lacrimógenes tres veces más dinero de lo que pedían los estudiantes para equipar su colegio. El gobierno no aprendió esta lección y sigue extralimitándose ante el pueblo y las fuerzas de seguridad, ahora como en aquel entonces parecen estar no al servicio del pueblo como las matrimonió Torrijos en nuevas nupcias, sino al servicio de la oligarquía.

Por sus frutos lo conoceréis, y por los hechos, pareciera sin lugar a dudas que, este gobierno tiene más de oligárquico que Torrijista, porque no defiende los intereses estatales, los entrega a extranjeros por limosnas. Los maleantes que actúan al margen de la Ley, como la empresa Minera First Quantum Minerals Ltd. y su subsidiaria, Minera Cobre Panamá, durante más de cinco años se están llevando un promedio de 20 millones de dólares diarios de nuestro patrimonio nacional mineral y nuestras fuerzas de seguridad actúan con toda su fuerza y furia contra nuestra juventud estudiosa queriendo acallar las voces de protesta y disenso en el país, mientras que esta misma semana, desoyendo a las mayorías nacionales acaban de firmar en el Consejo de gabinete el Bochornoso, leonino e impresentable Contrato minero.

Aplaudimos la investigación de oficio sobre este hecho que adelanta la Defensoría del Pueblo. En espera de su informe, para que los responsables sean juzgados por extralimitación de funciones.

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