Los paros en el sector salud.

Eduardo A, Reyes Vargas

 

Ya pasada la invasión los paros del sector salud, es decir, de su personal, han sido frecuentes. Por supuesto, algunos afectan más a la población que otros.

El sector que casi no lleva a cabo los paros son las enfermeras. Tendrán sus razones.

Pero cuando el paro se refiere a ciertas profesiones la afectación se deja sentir.

Creo que ningún profesional del área de la salud les agrade realizar estas acciones.

En su mayoría casi absoluta son productos de acuerdos firmados por distintos gobiernos y que no se cumplen o se cumplen parcialmente y en forma tardías, por nuevas presiones.

El reciente paro de colegas en Chiriquí y Nicolás Solano cuyas razones parecen ser justificadas, ha sido uno de los sensibles con una afectación significativa a la atención de la salud y la enfermedad.

Lamentablemente algunos gobiernos firman acuerdos dejando el cumplimiento de éstos a futuros gobernantes.

Así salen del paso.

Y los entrantes gobernantes, pueden pensar que ellos no los firmaron y la rueda sigue.

Al final del asunto, pacientes salen perjudicados.

Las consecuencias de estas acciones de no cumplir acuerdos y de no atender pacientes son delicadas.

Pacientes pueden descompensarse, incrementar sus discapacidades y lamentablemente hasta morir. Ocurren también afectaciones mentales.

Lo importante es que al terminar la acción de fuerza se hagan máximos esfuerzos para atender a esa que pacientemente espero su atención y se den cifras y explicaciones como lo realizaron.

De lo contrario la imagen gubernamental y de profesionales y técnicos quedan afectadas.

No voy a juzgar a los funcionarios del sector salud ni a gobernantes que no cumplen acuerdos o pactos. O ejercen acciones de presión como los paros.

Solo hago el llamado de atención de que cuando se firmen acuerdos se cumplan en forma oportuna por encima de todo.

Alrededor del sector salud hay otros servidores públicos con salarios no justificados que crean la desigualdad salarial y la decepción de los afectados, y que impulsan también estas acciones de fuerzas.

Participé en paros y también fui negociador gubernamental en épocas muy difíciles para el país.

Época en que se dictaron también varias leyes, mejorando las condiciones de trabajo y salariales de varios técnicos y profesionales de la salud.

Haciendo justicia a muchos años de desdén.

Panamá tiene la capacidad para afrontar esas deudas si se prioriza el gasto del sector público y no se despilfarra en otras actividades.

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