Laoposición política naturalmente es crítica y propositiva. Oponerse a algo o a un gobierno por el prurito de oponerse, no me convence. Cuando uno se opone a algo, es porque ese algo más que favorecer al pueblo, a la nación, le trae perjuicios.
En nuestro país, la oposición ha sido electorera. Cuando pasan las elecciones, entra en una especie de hibernación o veda.
Una oposición, que tenga proyectos, propuestas siempre esta activa. Cuando critica propone.
En estos días, post elecciones, hay actores políticos que se abrogan ser la real oposición al gobierno electo. Están equivocados. La dirección de ser oposición real se gana, cuando amplios sectores de la población, hacen suyas tus críticas al punto que un liderazgo de oposición tiene el poder de convocarlas para la acción de masas.
Esa no es la realidad y el liderazgo oposicionista, tendrá que ir construyéndose en los cinco años del gobierno electo. Afirmar que fracción de diputados del grupo Vamos (21 diputados) en la nueva asamblea de diputados, la hace la real oposición, no es cierto. Claro que constituyen una cantidad importante para definir y determinar la correlación de fuerza en ese órgano, por naturaleza político
Pero de allí, a señalar que, constituyen o serán la real oposición política en el país, no es cierto. Hay caminos por recorrer. Cosas veremos en esa, asamblea. ¡ya veremos!
Entramos en un nuevo período político. El quinquenio será complejo y difícil; los desafíos que tiene la nación tenderán a generar escenarios extremadamente conflictivos. Son éstas las realidades, donde una oposición se crece y fortalece, en el camino de hacer patria y democracia y ganarse el derecho a aspirar ganar el poder.
El vacío de liderazgo sigue siendo una realidad.
Lo único concreto, son los bastiones de vanguardia que, desde el movimiento de masas, han demostrado capacidad de convocarlas. Todavía insuficiente.
En conclusión, es desacertado, por parte de individuos o colectivos, arrogarse ser la oposición real del gobierno.
El Periódico de Panamá Revista de Análisis Político, Económico, Social y Cultural.
