Por: Gonzalo Delgado Quintero
“Las cosas han cambiado” es una frase que he oído en repetidas ocasiones. Y en su acepción más profunda es totalmente cierto, porque todo cambia segundo a segundo. De hecho, no me preocuparía tanto dicha realidad si ese cambio significara transformación positiva y más si se trata de temas tan delicados como lo son el político y el ideológico, que es mi entrega de hoy.
A raíz de un escrito reciente en nuestro medio digital El Periódico, titulado: “El PRD secuestrado por sus diputados”, recibí decenas de felicitaciones que vienen a ser un refrescante aliciente positivo que nos retorna como opinión de lo leído por el público sobre nuestro escrito.
De entre tantas recibí una interpelación del Secretario General del Partido Pedro Miguel González, me comunicó estar de acuerdo en algunos puntos del escrito, en otros no. Sobre todo, el título. Me dijo palabras menos palabras más que “no solo eran los diputados quienes trataban de secuestrar al PRD”. Lo entiendo y tiene toda la razón, también en el Ejecutivo se observa el cometido de controlarlo.
Lo señalo, no por querer trasgredir un ligero comentario, que no es tan simple si este proviene de la máxima autoridad de la organización política más grande del país; sino que esta posición ha sido reiterada por González en diversos medios y a nadie ya les son extrañas las divergencias que él mantiene con los huéspedes del Palacio de las Garzas, sobre todo, con el Vice – presidente Gabriel Carrizo quien disputará, según anuncios extraoficiales, la Secretaría General del colectivo de Omar. En el sentido del deporte del pico y las espuelas, se está calentando la gallera.
Pero retomo el asunto medular: “Las Cosas han cambiado”. En cuanto a la más reciente enunciación de esa frase me la puntualizó, sentí que casi disgustado, mi amigo y copartidario Mario Nungaray, miembro activo del PRD en Tocumen. Le entendí de sus palabras que mi escrito no debía hacerlos públicos. Algo así como: “los trapos se lavan en casa”. Debo aclararle al amigo Nungaray y a todos los que mantienen esta posición que les respeto mucho sus puntos de vista; pero a la vez les digo que, absolutamente, todo lo que estoy señalando en cada uno de mis escritos son temas diversos del PRD de completo dominio general y que, si eso está ya en esas esferas de la opinión pública, lo que cabría, no es tapar la deposición pestilente del gato, sino botar la caca para que no hieda y no siga el embarre.
Es cambiar ese rumbo que nos está llevando al despeñadero, empezando por la manera clientelista de hacer política cada vez más exacerbada por altos dirigentes, que ya está permeando a miembros de base del partido, un virus más contagioso que la variante Ómicron, y que cada vez se expresa más en el “que hay pa’ mi”.
Aclaro que se deben ofrecer los recursos, pero no de manera selectiva. Se debe hacer por los canales regulares y que las instancias respectivas rindan cuentas de dichos recursos (directivas de corregimiento, CDN, Directores, etc.). Además, en las pasadas elecciones muchos aportamos recursos propios, sin el mayor interés de recibir nada a cambio, sino para cumplir, por ejemplo, con la inscripción de nuestras nóminas. El CEN del PRD, debió atender esta situación y no lo hicieron como correspondía. Además, no sé si el CEN o finanzas rinden cuentas ante las bases, sobre el manejo de los recursos provenientes del Tribunal Electoral. No me he dado cuenta y ¿usted?
A mi manera de entender sobre la frase que encabeza nuestro titular; en efecto, lo sé, además lo he venido escribiendo. No crean que ignoro que todo cambio desde 1989 hasta el momento con la globalización y que en nuestro caso fue de doble efecto con la invasión estadounidense contra Panamá, que desde entonces se impusieron medidas económicas (neoliberales) y que ha habido siete gobiernos, de los cuales el PRD ha dado tres. Pero que al final, todos sin distinción, han respondido a favor de dicha ideología (neoliberalismo) que cada día nos empobrece y nos endeuda más como país.
Por supuesto que han puesto a un costado la ideología torrijista y solo la utilizan como santo de procesión, para las campañas electorales. Incluso algunos grandes del PRD la niegan, reniegan, son judas y peor aún otros que no saben nada de esa idea porque son simplemente lúmpenes, maleantes con doctorado en clientelismo y corrupción.
En conclusión, “Las cosas han cambiado”, cierto, pero acaso debemos cuadrarnos a favor de una idea que destruye, ese cambio acaso es conveniente solo para aplaudir como focas el galopante deterioro social y la poca calidad de vida que está ofreciendo el Estado en su conjunto. Acaso es apropiado, decente y honesto estar ofreciendo plata para pedir votos; y, sobre todo, amigo, Mario, es que acaso no hemos sopesado que nuestras decisiones buenas o malas, hoy, son las que determinan el futuro, en este caso de nuestro partido e incluso del país.
El PRD seguirá siendo la esperanza de muchos, pero hay que remecer el árbol para tumbar los gusanos que se están comiendo las hojas, para permitirnos que florezca nuevamente y no muera su corazón resecado por la sabandija oportunista; líderes, solo, de la maleantería galopante. Ha llegado el momento de fumigar con matamalezas. ¿Me ayudan?
El autor es periodista, analista, escritor y futuro candidato a la Primera Subsecretaría del CEN del PRD.
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