Ramiro Guerra.
Los transeúntes, no sabían que decir. En cuestión de minutos la plaza de la virgen María, en ciudad capital, se fue llenando de jóvenes soldados. Uno de ellos con rango de sargento apoyado por dos compañeros, improvisaron una tribuna. El sargento se dirigió a un joven teniente y le dice, todo está listo mi comandante. El oficial se sube a la tarima improvisada y en tono castrense, se dirigió a la tropa. Ya basta que nos usen como fuerza de choque contra nuestra propia familia; ya basta que los politicastros se roben los dineros del pueblo; un mensaje a ese señor que dice que es presidente, que renuncie o lo renunciamos. Breve, corto y preciso, cerró diciendo, la hora de los oprimidos, hoy reverdece con más democracia real para el pueblo. ¡Viva Omar Torrijos carajo! 5 Hay varios Likes:) Gracias...Ver Artículo
El vuelo hacia la eternidad
Para algunos sorpresa, pero así es la vida. Nos cuesta pensar en el final de …